Ante la preparación por parte de Pedro Sánchez de una amnistía -aunque con otro nombre eufemístico, para disimular, pero con el mismo efecto- a los delincuentes del 'próces', una exigencia del prófugo Carles Puigdemont para sentarse a negociar una investidura, la vieja guardia socialista ha salido en tromba para rechazar esa posibilidad. 

El último en hacerlo ha sido el exvicepresidente socialista Alfonso Guerra, que hoy en la COPE ha sido contundente al respecto: "Como ciudadano demócrata y socialista pido a Pedro Sánchez que no acepte la amnistía: eso es insoportable". "Me rebelo contra eso, esta amnistía es la condena de la Transición". Guerra ha dicho que si el PSOE acepta la amnistía significará asumir que "la democracia es represora y los golpistas son los demócratas".

Ayer miércoles, en RNE, el también socialista Ramón Jáuregui rechazó esa posibilidad: "Yo interpreto que (la amnistía) no es constitucional. Supone una legalización encubierta de actos contra el Estado que en todo el mundo están penados". 

Y el pasado martes día 5, en Onda Cero, el expresidente socialista Felipe González manifestó que «la Constitución no es un chicle, no cabe la amnistía ni la autodeterminación». La amnistía supone condenar al régimen democrático y avanzado español como culpable de lo ocurrido. "El indultado tiene que responder comprometiéndose a que no lo volverá a hacer". 

Otro histórico socialista, Joaquín Leguina, se mostró también visiblemente molesto con esa posibilidad, ya que aceptar las condiciones de Puchi, "que tiene cuatro votos populares" sería "hacerse con el Gobierno y destrozar la Constitución". En palabras de Leguina, en la Constitución «no valen las interpretaciones» y, con respecto a la amnistía «la cosa está clarísima: "En la Constitución se prohíben los indultos generales". 

Por su parte, el socialista Jordi Sevilla –ministro de Administraciones Públicas desde 2004 hasta 2007 en el primer Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero– solicitó que se repitan las elecciones generales antes que ceder al chantaje de Puchi: «Oído Puigdemont, pido elecciones. Y ahí lo dejo».

Todos los argumentos de la vieja guardia socialista coinciden con el del colaborador de Hispanidad, J.R Pablos: "La Constitución no admite amnistías".