Salen a escena, acompañando a Isabel Rodríguez, la vicepresidenta Yolanda Díaz, cada día que pasa más borde, y la titular de Educación Pilar Alegría, que se ha convertido en una de las pocas ministras del Gabinete que aún mantiene las formas
Consejo de Ministros del martes 11 de abril. Salen a escena, acompañando a Isabel Rodríguez, la vicepresidenta Yolanda Díaz, cada día que pasa más borde, y la titular de Educación Pilar Alegría, que se ha convertido en una de las pocas ministras del Gabinete que aún mantiene las formas.
La portavoz Rodríguez nos informa de que un nuevo desembolso -¿ustedes saben que estos fondos europeos tendremos que devolverlos, la mitad a escote y la mitad con intereses?- de fondos europeos nos trae 100 millones para digitalizar la justicia. Como si el problema de la justicia española fuera su hacer analógico.
Dice Yolanda Díaz que España se sitúa en la vanguardia de la economía social porque tiene una vicepresidenta de Trabajo y Economía Social, de nombre Yolanda Díaz. En serio
A continuación, llega Yolanda Díaz, la vicepresi en persona, para presentar su nueva ley de economía social, de cooperativas, mismamente: un 10% del PIB y un 12% del empleo, 43.000 empresas. ¿Y qué? Pues, por decirlo pronto, tras escuchar a la vice-Yolanda dibujar su nueva criatura he llegado a la conclusión de que se trata de una norma inútil, que perfectamente podía no haber sido publicada. Y por cierto, es también una ley feminista, inclusiva, igualitaria. Vamos que en Mondragón, la mayor cooperativa de Europa, deben estar temblando.
Pero Yolanda todavía nos vende más. La lideresa de Sumar nos habla de otro récord, suyo, naturalmente, consistente en los 2.800 millones de euros que se van a dedicar a políticas activas de empleo, esas que el PP se cargó pero que ella ha resucitado y elevado a su máxima dimensión del mundo mundial.
Millones de euros dedicados a los que despreciaba el PP, ¡oh sí!, la juventud, porque, no sé si lo saben, pero tenemos la menor tasa de desempleo juvenil de todo el periodo democrático, gracias al Gobierno... pero se le olvida decir que, a pesar de ser la tasa más baja de toda la democracia, resulta que es la más alta de toda Europa en desempleo juvenil. Lo mismo ocurre con el paro a secas, y con el paro femenino, etc: siempre son las mejores tasas españolas... y las peores de toda Europa y de todo Occidente (OCDE).
Lo mismo ocurre con el paro de larga duración y con el que afecta a mayores de 45 años: ha caído cerca de un 45% con este Gobierno, según Yolanda, pero, miren por dónde, es el desempleo de larga duración más alto de todo el continente. Al parecer, Sánchez es muy bueno pero el resto, todos, lo son aún más.
Por cierto, la culpa es de las empresas que no contratan a mayores de 45 años y a parados de larga duración. ¿Por qué será?
Tras escuchar a la vice-Yolanda explicar su nueva ley de Economía Social he llegado a la conclusión de que se trata de una norma inútil, que perfectamente podía haberse quedado en el cajón
En cualquier caso, que sepan que el PP se cargó las políticas activas de empleo. Lógico, no sirven para nada. Pero el mitin de Yolanda continúa: para el PP sólo había trabajadores y trabajadoras de usar y tirar. En este gobierno sí que nos preocupamos de los parados y paradas de larga duración.
¡Ah! y España se coloca a la vanguardia de las políticas sociales porque tenemos una vicepresidenta que es ministra de Trabajo y Economía Social, de nombre Yolanda Díaz. En serio, tal que así lo soltó.
La presunción de Yolandísima podría resultar hasta simpática si no se hubiera convertido en una borde de campeonato. Hasta a cinco preguntas no respondió la señora, cada vez con excusas más estúpidas.
Y aún tuvo tiempo de meterse en más soflamas. Por ejemplo, asegura Yolanda que el principal problema de España es la vivienda. Hay enormes márgenes empresariales, sobre todo las empresas financieras, que son las que ofrecen las hipotecas. ¿Comprenden? Los culpables son los bancos. Bueno, y el PP.
La líder de Sumar ha entrado en modo avión: no responde a ninguna pregunta. Su pedantería acabará provocando coplas y su discurso se circunscribe a esto: el PP gobernó muy mal y nosotros muy bien
De colofón Pilar Alegría que, por lo menos es educada, presenta su ley de enseñanzas artísticas. En otras palabras, habla de formación profesional y del arte que es, no sé si lo saben, una de la principales preocupaciones del Gobierno. Hablamos de "enseñanzas artísticas superiores, pilar fundamental en el proceso de la sociedad creativa e innovadora" y, supongo, inclusiva. Ante todo, arte feminista.
Pero no es más que otro desarrollo de la ley de Formación profesional de marzo de 2022. Ahora vamos a por la cosa artística. La verdad es que ya tenemos 1,1 millón de jóvenes en formación profesional. El problema es que el Sanchismo ha creado hasta 23 nuevas 'carreras' de formación profesional. ¿Seguro que hay maestros para enseñar tanto?
El turno de preguntas aún resulta más interesante. Comenzamos por el viaje de Juan Carlos I a España. Isabel Rodríguez ya ni disimula su sectarismo: "Lo de Juan Carlos I es una cuestión privada. No hay comentarios del Gobierno". Pues será la primera vez que el Gobierno no hace comentarios, porque toda la porquería lanzada contra el anterior jefe del Estado ha salido del Gobierno y de su galaxia mediática.
Ahora bien, el Ejecutivo no necesita mojarse contra el padre porque ya tiene secuestrado al hijo, a quien no parece importarle que el Rey de España, su padre, muera en un rincón arenoso del golfo Pérsico. Porque mientras esto ocurría, dos horas antes, para ser exactos, Felipe VI, se dedicaba a alabar al Ateneo, en pleno Ateneo. Es decir, en el foro histórico de la masonería española y en plena efusión de los Hijos de la Viuda, con una exposición conmemorativa que, ¿a que no saben cómo se titulaba? De esta guisa: "Dos siglos buscando la luz". Ya saben, la luz que nos ilumina a los 'iluminati', racionalismo contra superstición, panteísmo contra cristianismo, razón frente a fe y demás chuminás para retener el poder gnóstico, el de los seres superiores e iluminados... los Hijos de la Viuda, hoy en el poder.
Y ya saben que esto de la masonería le gusta cada día más al actual Rey de España: recuerden aquellos funerales masónicos por el covid, que con tanto entusiasmo presidió. Lo dicho, en la terminología de Jacinto Choza (Elogio de los grandes sinvergüenzas) a un sinvergüenza auténtico, católico un poco golfo, le ha sucedido un auténtico sinvergüenza: puritano y masoncete, amigo de la luz y de la tolerancia (adjetivo elegido por el Rey de España en su discurso en el Ateneo, la misma mañana del martes 11). Es evidente que Moncloa no tiene nada que decir. Ya lo dice y hace todo su aliado, Felipe VI.