
28 de diciembre, festividad de la Sagrada Familia. A esta generación le ha tocado cuidar de los padres y de los hijos y, encima, protegerse del Estado del Bienestar, que les está arruinando. Ya no hay pobres, hay vulnerables, pero no sé qué ocurre que los vulnerables nos meten la mano en el bolsillo mucho más que los pobres de antes. Y oiga, el Estado es tremendo con los receptores y feroz con los donantes... de los vulnerables, digo. Quizás porque algunos pobres dejan de ser pobres pero el vulnerable nunca deja de ser vulnerable. Desconozco la razón.
Total, que a la generación de ahora mismo, por mor de unos padres que no han tenido hijos y por la mayor esperanza de vida de los ancianos (en España, ya ha subido hasta los 84 años de media), le ha tocado la doble tarea de criar a los hijos y de cuidar a los padres.
Aunque pierda el juicio sé indulgente con tu padre
En la liturgia de la misa de hoy, domingo 28 de diciembre, el Eclesiástico nos recuerda: "Hijo, cuida de tu padre en su vejez y durante su vida no le causes tristeza. Aunque pierda el juicio, sé indulgente con él y no le desprecies, aún estando tú en pleno vigor".
A mi generación -y a la que viene más- le ha tocado cuidar de padres y de hijos, a veces también de los nietos. Es igual, podemos con todo. Cobardes, abstenerse, porque la familia actual se compone de tres generaciones: Padre, hijos y abuelos. O abuelos, hijos y nietos, como prefieran.









