Isabel Celaá, ministra de Educación, acompañada de Pedro Sánchez, presidente en funciones
Pedro Sánchez está obsesionado con fulminar la educación católica en España y acabar con la libertad de los padres para decidir a qué colegio llevan a sus hijos. Para ello, en el programa político de las casi 400 medidas que pretende pactar con Podemos, piensa estatizar las guarderías, convirtiéndolas en públicas. Con nuestro dinero, naturalmente.
Un consejo de Benedicto XVI para los educadores: ser cristiano no consiste en compartir una serie de valores, sino en acercarse a Cristo
Ahora bien, que quede claro, los que se han cargado, sí cargado, la enseñanza católica en España no ha sido la izquierda, sino los católicos y la derecha política.
Los primeros, porque no enseñan a Cristo en los colegios católicos. Sí, insisto en las palabras de Benedicto XVI: ser cristianos no consiste en compartir una serie de valores, sino en acercarse a Cristo. No es un qué, es un quién.
La libertad de enseñanza no es ni la enseñanza pública ni la concertada: se llama cheque escolar
Los segundos, la derecha política, porque defienden la concertada, pero no el cheque escolar: acomplejaditos ellos. A ver: la enseñanza púbica supone darles el poder sobre nuestros hijos a los funcionarios. La enseñanza concertada supone otorgarle ese poder a los empresarios. El cheque escolar, por contra, supone darle el poder a los padres, que es que son los sujetos de derecho de la libertad de enseñanza. Pues bien resulta que sólo Vox quiere el cheque o bono escolar, PP y Ciudadanos, no.
Ahora bien, quienes tienen un programa para cargarse la educación católica son Pedro Sánchez e Isabel Celaá. Y lo harán con cargo a nuestros impuestos.