Sr. Director:
Bruselas advirtió al Presidente del Gobierno Español acerca de su propuesta para reformar el gobierno de los jueces españoles. Sánchez sacó pecho y reafirmó su voluntad de seguir adelante. Según él, el bloqueo del PP le obligaba a tomar decisiones.
Una semana después, Pedro Sánchez ha recurrido de nuevo a un golpe de efecto. Desde la Tribuna del Parlamento, mientras se debatía sí o no a la moción de censura, Sánchez ha dicho estar dispuesto a "detener el reloj" de la propuesta de renovación de reforma del Consejo General del Poder Judicial para poder negociar con el PP.
Se abre ahora un tiempo de espera que obliga a la cautela. Por el momento Pablo Casado acepta la propuesta y pone sus condiciones: sí, a cambio de que Podemos no esté en la negociación. La negociación y el acuerdo son claves en los procesos democráticos de toma de decisiones.
Sánchez, sin embargo, acude a ellos como si fueran un ejercicio de condescendencia. Está claro que el Gobierno podía haber buscado antes la negociación, pero ha optado por dilatar los tiempos y forzar la excepcionalidad.