El patrocinio del equipo español, capitaneado por el representante del Rey, Pedro Campos, ha costado 60 millones de euros
Lo más probable es que Pedro Campos y Calvo Sotelo, representante de La Zarzuela para patrocinios de vela, tenga gafe. O al mejor los que tienen gafe son la vicepresidenta primera del Gobierno, doña Teresa Fernández de la Vega o el ministro de Sanidad, el prestigioso científico, Bernat Soria, que también estuvieron en la salida, flanqueando a Sus Majestades. Lo malo es que en la primera etapa de la primera etapa (Sudáfrica) con los dos buques, Telefónica Azul y Telefónica Negro en cabeza, al primero de ellos, el favorito, la esperanza española de ganar la Ocean Volvo Race, o Vuelta al Mundo de Vela, entre Alicante y San Petersburgo, se le rompe el timón y está siendo reparado en Gibraltar. El asunto asusta un poco, porque lo mismo ocurrió en la anterior edición, también con Pedro Campos como gran muñidor y con Telefónica como gran financiador: Salida de Sanjenjo y choque con un contenedor a la deriva un pelín al sur de Vigo: boquete en el casco. A la postre, la anterior obra de Pedro Campos descansa en el fondo del océano, mismamente al lado de las costas británicas.
Y esta vez la esponsorización es de mucho más calado. Pedro Campos, como decimos, representante de la Zarzuela para la Vela, ha conseguido la friolera de 60 millones de euros de una docena de patrocinadores, encabezados por la operadora de telecos. Lo curioso es que, según expertos preguntados por Hispanidad, todos los gastos del equipo español es, con los dos buques, no pueden superar los 30 millones de euros, la mitad de los recibidos de las empresas anunciantes.
Y naturalmente, SSMM los Reyes de España dieron la salida y los medios públicos, encabezados por RTVE, cantaron las excelencias de los dos buques del equipo español, que parte como gran favorito. Ahora, roto el timón, la peripecia ha dejado de interesar. Pero, ¿quién sabe lo que deparará el futuro?
Por de pronto, rumores sin confirmar aseguran que en la sede de Izquierda Republicana a alguno le ha entrado calambres, tras un acceso de sofocantes carcajadas. No son gente correcta.