Lo contaba un sacerdote. Estaba dando una charla a adolescentes, a una generación que ya no acepta maestros: sólo testigos. Les comentaba cómo habla con Cristo cada día, en oración. Entonces, uno de ellos le hizo la pregunta más pertinente del mundo y cómo Dios responde:

-¿Y por qué sabes que es Dios quien te habla?

A lo que el sacerdote respondió:

-Sé que es Dios quien me habla porque puedo decir que no.

Dios jamás fuerza al hombre... y podría hacerlo. No le fuerza a amarle porque no quiere que le amen robots, anularía su libertad, que es la única condición que ese Dios se ha impuesto a sí mismo en el proceso creador, creador del hombre y creador del espacio y del tiempo. 

¿En qué se distingue la moción del Espíritu de las mociones del mal, sea del Maligno o de los malvados que nos rodean o de uno mismo? Se distinguen en que todo lo que viene de Dios tiene ese sabor inconfundible a libertad.

La libertad es la marca de Dios. En la oración sé que hablo con Dios porque Él jamás fuerza al hombre... y bien que podría hacerlo

En la misma línea: ¿por qué hay dolor en el mundo?, clama el ser humano desde el 'desagradable incidente la manzana' hasta el año de gracia de Nuestro Señor de 2024. Pues hay dolor en el mundo porque el hombre es libre para amar a Dios y es libre para despreciarle. La marca de Dios es la libertad. Sé que puedo hablar con Dios porque cuando hablo con Dios veo que jamás intenta forzar mi voluntad. Animarla siempre. Además, nunca se deja ganar en generosidad. Pero forzarla, jamás.

Y recuerden el complemento de San Pedro a todo lo anterior. Cuando, de nuevo predicando la libertad de la creatura, Jesucristo se dirige a sus discípulos y les pregunta si también ellos quieren marcharse, que no será Él quien se lo impida, llega de ese Pedro formidable, el más grandioso metepatas de la historia, el irrepetible, el primer Papa, y pronuncia su primera encíclica: "¿A quién iríamos, Señor? Sólo tú tienes palabra de vida eterna".

La libertad no sólo es el gozne de la política sino del hombre y del conjunto de la humanidad. Dios creó hombres libres. El hombre sólo ha creado ese mundo de esclavos que ahora denominamos inteligencia artificial

La libertad no sólo es el gozne de la política sino del hombre y del conjunto de la humanidad. Dios creó hombres libres. El hombre sólo ha creado ese mundo de esclavos que ahora denominamos inteligencia artificial, que no es más que otra manifestación para colarnos ese mundo de pesadilla llamado trashumanismo que, por ser creación del hombre, sólo forja esclavos tecnológicos, no hombres libres.

Por lo demás, todo va bien: les aconsejo hablar con Dios cada día que Él, de una manera u otra, siempre responde. Él nunca fuerza y por eso sabemos que es Él.