Verdaderamente se puede afirmar que Santiago es un auténtico foco de luz, como el de los barcos que se encuentran cercanos a la costa.
Más de 12.000 jóvenes peregrinos de todas las diócesis españolas han participado en las catequesis y celebraciones dedicadas a ganar el Jubileo de este año Santo Jacobeo.
Aunque el odio a la Iglesia por parte de la cultura dominante de este país, no tiene espacio en los informativos, para este gran acontecimiento del verano, mientras tanto en Santiago se contemplaban otros horizontes.
Los jóvenes con sus sacerdotes y sus obispos nos están dando la imagen de la Iglesia. Compartiendo cansancios, y descansos, diversión y oración, penas y alegrías. Eso es ser Iglesia. Como nos recordaba el Santo Padre, en su mensaje al inicio del Año Santo 2010: En el camino se contemplan nuevos horizontes que hacen recapacitar sobre las angosturas de la propia existencia y la inmensidad que el ser humano tiene dentro y fuera de sí, preparándole para ir en busca de lo que realmente su corazón anhela.
Estos jóvenes han descubierto -como lo hiciera el Apóstol Santiago- que nuestra sociedad y sobre todo España, necesita con urgencia anunciar a Dios, y ya han comenzado el camino.
María Muñoz
