La deuda de PRISA supera, a pesar de las últimas ventas de activo, los 5.000 millones de euros. Lo más preocupante es el vencimiento a corto de los famosos 1.950 millones de euros utilizados en una absurda OPA sobre el 100 por 100 de Sogecable. Dicha cantidad vencía en marzo de 2009, pero como la banca acreedora, capitaneada por el Santander, con Caixa y Caja Madrid detrás, y con dos entidades extranjeras (HSBC y BNP) en la dirección del sindicato acreedor, no se atreven a ejecutar a tan todopoderosa casa, se les concedió un año de demora... que vence ahora.
Se le exigía a PRISA que vendiera activos pero el consejero delegado, Juan Luis Cebrián, se ha encargado de cerrar esa vía. Cebrián busca, simple y llanamente, la condonación, bajo el principio de que ningún banco tiene narices para ejecutar a PRISA.
De hecho, algunos banqueros han suplicado a los hermanos Polanco -Ignacio y Manuel -sobre todo éste último, que cada vez manda más y que se vislumbra como el único sucesor de su padre con vocación editora- que prescindan de Cebrián: no soportan su arrogancia. Es igual, Janli se presta al juego de yo estoy por encima de la ley o de los acuerdos o arriésgate a lo que pueda hacerte El País, la Ser y Cuatro.
En cualquier caso, los bancos, que con PRISA muestran una paciencia infinita, exigen que se les pague. Así, la última promesa de los Polanco es que están a punto de cerrar una operación que supondría la entrada de una aseguradora extranjera en el capital de PRISA con un 25%. Ojo, hablamos de ampliación de capital con prima, que de otro modo, con 740 millones de capitalización, no da para pagar una deuda como ésta.
A pesar de los pesares, se impone el modo de hacer progresista, resumida en la vieja frase de Barreiros: Ya debo..., ya puedo dormir tranquilo. Mi deuda es una deuda de Estado. Traducido: los dos multimedia de Zapatero (PRISA y Mediapro) suman deudas colosales, deudas que sencillamente no piensan pagar. Por decirlo de otro modo: ABC pierde 60 millones de euros en 2009 y se ha convertido en la losa de todo el grupo Vocento, pero, ojo, sin deuda. El País, por contra, cerrará con beneficios (mínimos, pero en números negros) pero con un deuda de 5.000 millones de euros. No, no es una siderometalúrgica, es un grupo informativo. Pero no pasa nada, porque su juego no es la información, sino otra cosa.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com