No nos cuenta la fuente última a quien Benedicto XVI (en la imagen) se lo dijo, pero mi confianza en la página católica www.iesvs.org es total. Creo en su veracidad y por eso la utilizo. La crónica es corta pero sustanciosa. Un visitante del Papa emérito Benedicto XVI -que sigue siendo Vicario de Cristo en tierra sólo que sin funciones de Gobierno- le pregunta a Benedicto XVI por el 'Enigma Ratzinger', esto es, por qué renunció. La respuesta consistió en cuatro palabras: "Me lo dijo Dios". Lo que importa es que se termina el tiempo de la misericordia de Dios y llega el tiempo de la justicia. Nada extraño, es lo previsto en el Credo: y de nuevo vendrá con gloria...
Y ahora es cuando en Hispanidad nos echamos el farol. Hemos dedicado muchas líneas al enigma Ratzinger. Y la única conclusión posible es que Benedicto XVI, hombre que, como cualquier cristiano, habla con Dios en la oración, se le ordenó que renunciara. A partir de ahí, esto ya es cosa nuestra, no del Papa ni de la página argentina Iesvs, cabe interpretar la orden como una aceleración de esta etapa de fin de ciclo. Me da igual cómo le llamen: si fin del mundo, segunda venida de Cristo, prevista en el Credo, fin de la historia o fin del pensamiento.
De lo que estoy convencido es de que el espléndido Papa Francisco tiene vocación de mártir y, sobre todo, de que la copa de la corrupción del mundo -es decir del pecado-, rebosa y corre el peligro de estallar. Se acelera el ritmo de Cristo que es el ritmo de la historia humana -pura Providencia- y lo anunciado por todos los místicos del siglo XX y XXI, empezando por Fátima, está a punto de llegar. Y no es una mala noticia, es la mejor de las noticias.
Lo de menos es el cuándo y el cómo, lo de más es que la conversión personal ha pasado de ser algo importante -lo sigue siendo- a resultar algo urgente.
Dicho esto, el que fuera secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, hoy con el Papa Francisco, ha negado esa información. Una negativa tan taxativa como poco concreta. Usted, lector, decide.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com