Las ministras ZP cubrieron de besitos a Bibiana, la heroína que ha perpetrado la nueva Ley de Aborto

Brillante y con coraje. Así ha estado la diputada del PP por Burgos, Sandra Moneo, en el debate de devolución de la Ley Aído celebrado en la mañana de este jueves. Se pregunta por qué el gobierno no ha introducido ayudas a las mujeres que quieren seguir adelante con su embarazo cuando reconoce que ninguna mujer quiere abortar. Y es que el proyecto de ley no incluye ni una sola ayuda a las mujeres con embarazos inesperados, ni una sola alternativa al aborto. La respuesta: A Uds. el derecho a ser madre no les interesa.  Además, Moneo recuerda el consenso científico en el llamado síndrome posaborto. Nadie se preocupa de las consecuencias físicas y psíquicas del aborto.

Por otra parte, ataca donde duele: el machismo encubierto de la ley. Uds. han liberado al hombre de sus responsabilidades; bonito feminismo de este ministerio de Igualdad. En este sentido se manifestaron este miércoles los jovenes de Universitarios por la Vida. Por último, Moneo defiende que el aborto no es una enfermedad. Ya tendrá ocasión Ud ministra de comprobarlo. Y tampoco deberia ser un problema. Y aquí es donde apela a la ausencia de medidas para combatir las presiones familiares, sociales y/o laborales que sufre la mujer embarazada. Esos problemas no existirían si no cerraramos los ojos a los problemas. Y por si no había quedado claro, recuerda que el Consejo de Estado señaló como farragosa y panfletaria la exposición de motivos de la ley. Brillante. Muy brillante.
Lástima que Mariano Rajoy, su jefe de filas, no estuviera presente. El líder del PP quiere pringarse poco en estos asuntos: no estuvo en el debate para no significarse y sólo acudió a votar. A la salida no hizo declaraciones; a eso se le llama perfil bajo. Muy distinto fue el caso de Zapatero, que en este tipo de discusiones no muestra la más mínima señal de cansancio. El presidente y la vicepresidenta primera estuvieron presentes durante la discusión. Al pie del cañón, Zapatero quiere demostrar que este es uno de sus temas favoritos y no las tontadas de la economía. A la salida, el jefe de Gobierno no dudó en culminar la jornada con referencias heróicas como la de que quiere evitar la "represión criminal de las mujeres" mediante esta ley.

Los demás, en su estilo. Llamazares apela a la hipocresía del conservadurismo y reitera los mismos argumentos que en los 80´s. En su opinión, en 1976 había 100.000 abortos clandestinos, los mismos que se producen ahora. En su opinión, además, la legislación actual de la tolerancia trata a la mujer como menor de edad. Por eso avala la propuesta del Gobierno. Reconoce el derecho a decidir por parte del único sujeto que existe en el embarazo; el resto es objeto de protección. El nasciturus como objeto y el padre como comparsa. ¿Por qué la izquierda ha abandonado el sentido común para abrazar el feminismo radical?
En su intervención, Aído hizo algunos guiños al casi medio centenar de ultrafeministas presentes entre el público, entretenidas entre el debate y los insultos contra la media docena de providas con los que compartían tribuna.
La votación concluyó como se esperaba. El Congreso rechazó las enmiendas presentadas por el PP con 183 votos. Pero las ministras ZP ya celebran la victoria como un triunfo de las mujeres. Muchos besitos para Aído, que ha sido la responsable de vender la moto del "derecho al aborto" o de que "para que ninguna mujer vaya a la cárcel". La ministra de Igualdad recibió el apoyo de Zapatero, Alonso y de la Vega y se hizo fotos con Trinidad Jiménez, Elena Espinosa y Beatriz Corredor. Mientras, la ministra Cristina Garmendia se mantenía distante.
Las enmiendas fueron votadas en conjunto y recibieron el apoyo de Coalición Canaria y de los propios grupos que las proponían: PP, ocho de los diez diputados de CiU, UPyD y UPN. En defensa de la ley salieron todos los diputados del PSOE, ERC, BNG, IU e ICV. Aparte de los sospechosos habituales, los diputados del PNV, que  aún presume de ser un partido demócrata cristiano, apoyaron la ley del Gobierno: Joseba Agirretxea Urresti, Pedro María Azpiazu Uriarte, José Ramón Beloki Guerra, Josu Iñaki Erkoreka Gervasio, Aitor Esteban Bravo, Emilio Olabarría Muñoz. CiU ha dado libertad de voto, por lo que una de sus diputadas, Mercé Pigem, se abstuvo y otro diputado apoyó la ley. Por cierto, Celia Villalobos votó a favor de la devolución de la ley, señal de que quien se ha movido ideológicamente no es la diputada, sino el partido.