Sr. Director:
El último auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña a favor de la inmersión es realmente sorprendente y ahonda en el desprestigio de la Justicia.

 

¿Cómo pueden unos jueces cambiar de opinión de forma tan radical en tan poco tiempo? ¿Cómo puede decirse que modificar el sistema educativo catalán es algo "excesivo" y "descontextualizado" cuando eso es justo lo que exigió ese mismo Tribunal en septiembre?

¿Es posible que el Tribunal catalán avale la inmersión lingüística cuando el Supremo la califica de "contraria al espíritu y a la letra de la Constitución"? ¿Cómo puede un tribunal inferior enmendarle la plana al superior y desdecirse de sí mismo? Muchas preguntas y quizá sólo una respuesta que muchos pensamos: la cesión a las presiones políticas del gobierno catalán.

Francisco Gombau