En pocos días, Mario Fernández sustituirá a Xavier de Irala como presidente de la BBK. Un peneuvista histórico, pero con carrera en las multinacionales, sustituido por un ex lehendakari asimismo peneuvista, abogado de profesión y que no conviene olvidarlo para el buen desarrollo de nuestra historia- va a presidir una caja de ahorros que, hasta el momento, poseía un 7,2% de Iberdrola pero a la que el Banco de España no le ha permitido acudir a la reciente ampliación de capital, diluido ahora hasta el 6,8%.
Recuerden esos nombres, porque fue Xavier de Irala el primero en decir aquello de que no se puede dejar fuera del Consejo de Administración la cosa está en los tribunales- al primer accionista, es decir, a la constructora ACS, es decir, a Florentino Pérez, y Mario Fernández se dispone a decir exactamente lo mismo, presionado por La Caixa y Repsol.
Como el mundo es muy pequeño y da muchas vueltas, recordemos dos cosas: Imaz fue quien acompañó en su día a Galán a Escocia para convencer a los nacionalistas escoceses de que dejaran a Iberdrola comprar Scottish Power y Mario Fernández fue el abogado que denunció a EDF en nombre de Iberdrola, una EDF que, miren por dónde, se dispone a engullir Iberdrola llamada por Florentino Pérez y con el nihil obstat del agudísimo presidente del gobierno Rodríguez Zapatero.
Pero la vida da muchas vueltas, y ahora resulta que a Fernández le toca jugar el papel de caballo de Troya de Florentino en Iberdrola. La excusa: que Ignacio Galán, presidente de la eléctrica, vendió el 25% de la regasificadora (ojo, no del ciclo combinado, donde posee otro 25%) Bilbao Bizcaia Gas (BBG) (creo que se escribe así, oiga) a un fondo de Deutsche Bank, el banco amigo del enemigo alemán E.ON. La verdad es que Repsol acusa a Iberdrola de incumplir el pacto entre accionistas, mientras Iberdrola asegura que lo que Repsol quería era vender, al mismo socio, su propio 25%. Como diría Luis María Ansón una trifulca entre empresarios.
Ahora bien, la excusa es lo de menos. Lo de más es que Fernández puede ponérselo difícil a Galán si exige meter en el Consejo a Florentino Pérez o peor, a Pedro López Jiménez-. Para entendernos, Florentino Pérez intentó primero vender Iberdrola a una potencia europea: EDF, Suez y RWE se cuentan entre sus tentativas. Cuando Endesa se convirtió en ENEL España, hasta La Moncloa reaccionó, y la traición foránea ya no es posible. Por eso intentó la traición interna y BBK es el mejor candidato.
Ahora bien, por el momento, Pérez no sueña con hacerse con Iberdrola, le basta con entrar en el Consejo. ¿Para influir en la gestión? No, para decirle a la CNMV que influye en la gestión y conseguir consolidar Iberdrola en el balance de ACS. Hablemos claro: este ejercicio 2009 todavía salvará a ACS la venta de Fenosa. Ahora bien, en 2010 el balance se hundirá si no logra consolidar Iberdrola. Y ya se sabe que el consenso legal existen consenso de mercados y consensos sobre la interpretación de las normas legales, somos así de modernos- dictamina que influyes en una sociedad cuando tienen un consejero en la misma. Curioso, ¿verdad?
Y todo esto el día en que Iberdrola presentaba los resultados del primer semestre. Resultados moderados. No son para tirar cohetes, aunque considerando que vivimos la mayor caída de la demanda eléctrica en 40 años, un precio del MW por los suelos lo pagaremos todos en el tiempo-, cambio euro-libra para llorar, extraordinarios que, comparados, juegan a la baja (venta de GALP, por ejemplo), conseguir un ebitda que sube un 4,7% revela una gestión más que aceptable. Aunque, como repiten Irala y Fernández, nadie discute la gestión de Galán, lo que se discute es las malas relaciones con el primer accionista. Accionista apalancado, ciertamente, pero sin duda el primero.
Eulogio López
eulogio@hispandiad.com