Sr. Director:
El lehendakari Ibarratexe acudió a su cita con la Justicia pero con espectáculo, por segunda vez. Le encanta a este hombre eso de hacerse la víctima. Es oportunista donde los haya pero es que es en aras del diálogo, ese que no practica con quien debe sino con los amigos de ETA porque, en el fondo, comparten el mismo objetivo: un mito falso.Primero, convocó la manifestación de lema ambiguo de Reyes, solito y corriendo, porque los pacifistas iban a adelantársele y quitarle ese protagonismo que no le corresponde. Después, una manifestación patética contra una institución que no le gusta porque no la controla: pocos jueces son del partido (es lo que busca con la ‘justicia propia' de su Plan), no son ‘de los nuestros', y eso no puede ser.
Una cosa es que el caso tenga sustancia jurídica o no –quizá se archive la causa y, si no, podrá apelar- y otra deslegitimar las instituciones y la separación de poderes que heredamos de la Ilustración, sí, esa que dejó los patrioterismos para las sociedades primitivas, de boina calada y regímenes personalistas y populistas.
Así que se fue a declarar, además de con un abogado como cualquier mortal, con algunos fieles, como han hecho personajes tipo Berlusconi, Chávez, Putin y similares. Otros políticos demócratas tipo Blair, Clinton, Miterrand o Villepin han pasado por los tribunales sin llevar una cohorte de adhesiones inquebrantables al estilo de la Plaza de Oriente que tanto gustaban a Franco. Lo dicho, primitivo.
Joseba Koldobika Errementeria
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