- El Santo Padre (en la imagen) les recuerda que "cualquier teoría o acción económica y política deben esforzarse por proporcionar a cada habitante de la Tierra el bienestar mínimo que les permita vivir con dignidad".
- Y sobre Siria, Francisco les pide su contribución para "obtener el cese del fuego inmediato y duradero, y que lleve todas las partes del conflicto a la mesa de la negociación".
- Rusia ya ha advertido que no apoyará que se pueda dar armas a aquellos que son capaces de "no solo matar a sus enemigos, sino abrir sus cuerpos y comer sus vísceras frente a las cámaras".
- Y todo ello en medio del nuevo escándalo de espionaje del Reino Unido a los miembros del G-20.
Entre los temas en la agenda está el conflicto en Siria y la situación económica mundial. Sobre el primer tema, como se sabe, EEUU y Reino Unido quieren entregar armas a los rebeldes sirios. Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, ya ha dicho que respalda al gobierno legítimo de Siria. Y lo argumentó con imágenes, por las que circula el pensamiento del siglo XXI: dio a conocer el vídeo en el que un rebelde sirio se come el corazón de un soldado. Putin señaló, con razón, que no se puede respaldar y dar armas a quien, "no solo mata a sus enemigos, sino que además abre sus cuerpos y come sus vísceras frente a las cámaras".
El otro tema de la cumbre del G-8 será la economía y un posible acuerdo de comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos, y contra los paraísos fiscales. O sea, cómo hacerse todavía más ricos a costa del resto del mundo.
Pues bien. El Papa Francisco les ha enviado a los países participantes en el G-8 una carta en la que les 'lee la cartilla', valgan las redundancias, y les recordó que el objetivo de la economía y la política "es precisamente el servicio a la humanidad, empezando por los más pobres y más vulnerables, estén donde estén, incluso si es en el vientre de su madre", recogía Aciprensa.
"Cualquier teoría o acción económica y política deben esforzarse por proporcionar a cada habitante de la Tierra el bienestar mínimo que les permita vivir con dignidad, en la libertad, con la posibilidad de mantener a una familia, educar a sus hijos, para alabar a Dios y para desarrollar sus capacidades humanas. Esto es lo principal. Sin esta visión, toda la actividad económica no tendría sentido", añadió. "Por lo tanto, la preocupación por la materia prima y el bienestar espiritual de cada hombre es el punto de partida de cada solución y la última medida política y económica de su eficacia y su ética", subrayó.
"En este sentido, los diversos y graves desafíos económicos y políticos que enfrenta el mundo hoy en día requieren un cambio audaz de actitudes, que dé al fin (el ser humano) y los medios (economía y política) el lugar que les corresponde. El dinero y otros medios políticos y económicos deben servir y no gobernar, teniendo en cuenta que la solidaridad gratuito y desinteresada es, de modo aparentemente paradójico, la clave para el buen funcionamiento de la economía global", agregó.
El Papa Francisco señaló que, es necesario asegurar a todas las actividades políticas y económicas nacionales e internacionales una referencia al hombre, y pide a los líderes no olvidar que el contexto indispensable para el desarrollo de todas las mencionadas acciones políticas es aquel de la paz internacional.
En este sentido, particularmente, en Siria, el Papa pidió a la Cumbre su contribución para "obtener el cese del fuego inmediato e duradero, y que lleve todas las partes del conflicto a la mesa de la negociación". "La paz exige la renuncia proactiva de ciertas reclamaciones, para construir juntos una paz más justa y equitativa. Por otra parte, la paz es un requisito previo para la protección de mujeres, niños y otras víctimas inocentes, y para empezar a erradicar el hambre, especialmente entre las víctimas de guerra", insistió.
"Como bien había señalado mi predecesor, Benedicto XVI, la actual crisis mundial demuestra que la ética no es algo externo a la economía, sino que es una parte integral e ineludible del pensamiento y la acción económicas", añadió Francisco.
A todo esto, la cumbre del G-8 comienza en medio de un nuevo escándalo de espionaje desvelado por el diario The Guardian. Los servicios de inteligencia del Reino Unido interceptaron las comunicaciones de los participantes en dos cumbres del G-20 celebradas en Londres en el 2009. La operación contó con la autorización expresa del Gobierno, que entonces presidía el laborista Gordon Brown. Los agentes accedieron a ordenadores y móviles, llegando a incluso a montar cafés de internet bajo vigilancia, para poder leer correos y claves.
"¿Podemos estar seguros aquí sin ser escuchados", se preguntarán los otros siete asistentes a la cumbre de hoy y mañana del G-8 en Irlanda del Norte...
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com