La otra parte del conflicto se ubica en las renovables. Al fin y al cabo fue el objetivo de los Entrecanales desde el principio. Pues bien, Acciona pretendía crear una nueva sociedad en la que se sumaran los activos renovables de Endesa y los preexistentes de Acciona. En tal sociedad Acciona tendría al menos el 51%. Pero resulta que según los Entrecanales los activos que ellos aportan suponen el 70% del valor de la nueva sociedad. Por lo tanto, no están dispuestos a tener tan sólo el 51% como pretenden los italianos. Entre medias, valoraciones de activos por parte de los fondos de inversión correspondientes. Al final, la casa sin barrer, y eso que la operación se debería haber cerrado hace ya nueve meses.
A todo esto hay que añadir la cuestión política. La salida de los Entrecanales en estos momentos pondría en evidencia la 'italianeidad' de Endesa. Una mala señal ahora que se discute la 'españolidad' de Repsol. En todo caso, el final está claro: Enel gobernará Endesa y los Entrecanales se llevarán los molinillos. Lo único que se discute es el precio de salida y el precio de los molinillos. Y mucho nos tememos que el asunto terminará dirimiéndose en los tribunales. El matrimonio estaba tan mal avenido desde el principio, que el contrato de matrimonio más bien parecía un contrato de divorcio.