Llama a los Estados a defender este derecho.
Monseñor Silvano Tomasi, representante de Benedicto XVI como observador permanente de la Santa Sede ante la ONU dirigió un discurso sobre la libertad religiosa en la XVI Sesión del Consejo de los Derechos Humanos sobre Libertad Religiosa, que tuvo lugar en Ginebra, Suiza.
Durante su discurso, ofreció un dato sobrecogedor y que muestra con mucha claridad que la persecución religiosa contra los cristianos no es un hecho meramente puntual, sino creciente y además, significativo. En su defensa de la libertad religiosa como parte vital de la existencia humana, ofreció el dato de que 75 de cada 100 personas que son asesinadas en el mundo por odio religioso son cristianas.
Según monseñor Tomasi, el conflicto religioso polariza a la sociedad, rompiendo los vínculos necesarios para que florezcan la vida social y el comercio, además de sembrar semillas de desconfianza y amargura. Por ello insistía en la importancia del Estado, que tiene el deber de defender el derecho a la libertad religiosa y tiene la responsabilidad de crear un ambiente en el que este derecho pueda ser disfrutado.
Eso sí, el representante vaticano alertaba del peligro de que respetar la libertad de elegir y practicar otra religión, diferente de la propia, se basa en la premisa de que toda verdad es relativa y que la propia religión no válida de modo absoluto. Es por eso que el Estado debe permitir a toda persona buscar libremente la verdad.
Y esta declaración es necesaria e importante justo a los pocos días del asesinato del ministro de las Minorías paquistaní, el cristiano Shahbaz Bhatti. Ojalá que desde los Estados se luche por que así sea.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com