Los Hermanos Musulmanes están tratando de convencer a los salafistas de permitir el uso de bikini en las playas del país o la venta de alcoholEl primer ministro egipcio, Hisham Kandil, ha anunciado una remodelación de su gabinete en la que salen dos de los ministros que participaban en las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ha incrementado la presencia de los Hermanos Musulmanes, organización de la que procede el presidente Mohamed Mursi, en el Gobierno. Así, el nuevo gabinete incluye a al menos diez políticos afiliados a los Hermanos Musulmanes o al PLJ, en comparación a los ocho que había en el anterior.

Todo esto tan solo 24 horas después de que el ministro de Turismo de Egipcio, Hisham Zaazou, remarcase que se encuentran en conversaciones con los grupos salafistas para que comprendan la importancia del sector turístico para el país, tras su negativa a permitir el uso de bikini en las playas del país o la venta de alcohol. Según Zaazou, "los bikinis son bienvenidos en Egipto y se sirve alcohol".

Pero es que los Hermanos Musulmanes tiene una gran deuda electoral con los grupos salafistas, que les ayudaron a llegar al poder con sus votos, como explicó a Hispanidad la profesora titular en estudios árabes de la Universidad Complutense de Madrid, Soha Abboud.

Andrés Velázquez
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