A uno le hace ilusión encontrar eco en gente mucho más capaz que yo. Por ejemplo, el número 1 del IOR, quien ha dejado claro que la causa de la crisis es la baja natalidad.

Por supuesto: las crisis económicas son siempre crisis demográficas y la bomba demográfica no consiste en que haya mucha gente porque nunca hay mucha gente, sino en que haya pocos jóvenes y, sobre todo, poca vitalidad para procrear y educar.

Y es que si no hay niños, resulta que tampoco hay contribuyentes. Y eso es grave. 

Occidente no desaparecerá porque se hundan los mercados financieros sino por la castración de Occidente.

Las palabras de Ettore Gotti Tedeschi rompen con un modelo de análisis económico que se ha convertido en tópico pero no por ello en verdadero. Ese modelo contempla al hombre, no como un creador y un transformador del medio natural, sino como depredador de la misma; no como un ingreso o un inversor, sino como gasto permanente que hay que evitar.  

El suicidio de Occidente que se niega a procrear es también el suicidio del modelo económico liberal, el modelo de la meritocracia.

Eulogio López  

eulogio@hispanidad.com