La comúnmente denominada derecha española, en la que se integran el PP y Vox, vive momentos de división y desencuentro.

Hay que tener en cuenta en ese hecho que nos encontramos en pleno ciclo electoral, con unas elecciones gallegas y vascas ya celebradas y con unos comicios en Cataluña y para el Parlamento Europeo todavía por celebrar.

No es de extrañar, por tanto, que cada partido intente hacer valer sus posicionamientos, sus estrategias y sus diferencias respecto al otro.

Así, por ejemplo, el PP de Alberto Núñez Feijóo, rechazó recientemente una carta del líder de Vox, Santiago Abascal, en la que este le instaba a "abandonar la obsesión de su partido por perjudicar a Vox". Y añadía: ”Cuando te canses de tender la mano a Pedro Sánchez, encontrarás la nuestra para construir una alternativa que esté a la altura de las circunstancias”. 

La respuesta a la carta la dio el portavoz del PP, Borja Sémper, acusando a Abascal de dar un "nuevo balón de oxígeno" a Sánchez. "Parece ser que el señor Sánchez y el señor Abascal tienen furor epistolar. Es muy legítimo, y allá ellos". Sémper  insistió en que le llama "la atención" que el día que, "por primera vez en la historia democrática de España, la Guardia Civil investiga a la mujer del presidente del Gobierno", llega Vox a desviar la conversación pública". "Es un nuevo balón de oxígeno también mediático a Pedro Sánchez, pero ya le digo, allá ellos". 

La respuesta de Vox llegaba poco después, cuando su secretario general, Ignacio Garriga, anunciaba que no secundarían la manifestación convocada por los populares el 26 de mayo en Madrid (contra la amnistía, "en defensa de la democracia", de la "independencia judicial" y de la "libertad de prensa") porque a juicio de Vox, supone una "ceremonia de la confusión". "Están negociando con el PSOE, tienen pactos suscritos en Cataluña, en más de 9 ayuntamientos con el Partido Socialista y Junts, y ahora dicen que van a salir a manifestarse (...) no vamos a participar de una ceremonia de la confusión a la que pretende someter el señor Feijóo a los españoles".

Cabe recordar que, anteriormente, Vox acudió a varias movilizaciones convocadas por el PP, como las del pasado 12 de noviembre o 9 de marzo. Aunque tampoco se unió a otra organizada por Génova el PP el pasado 28 de enero. 

Otro elemento a tener en cuenta son las discrepancias entre ambos partidos en asuntos como la defensa que hace Vox de Pepe Lomas, el anciano que mató de un disparo a un hombre que había entrado en su casa, para robar, armado con una motosierra. En este punto, el PP se muestra mucho más tibio.  

Y también hay diferencias entre ambos partidos en el tratamiento de la inmigración ilegal. El PP pretende aparecer como partido moderado en esta cuestión, mientras que Vox habla con claridad sobre los problemas que genera en España… 

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Por no hablar claro, de asuntos más de fondo en el que hay claras discrepancias: Vox defiende la vida con claridad y sin complejos contra la eutanasia y el aborto, mientras que el PP los aprueba. O Vox se opone a las imposiciones de la ideología de género (del lobby LGTBI) en la educación o en la política, mientras que el PP las hace suyas… 

Así las cosas, las últimas encuestas dan una subida en intención de voto al PP, que se quedaría cerca de la mayoría absoluta (a solo 8 escaños). Pero seguiría necesitando a Vox (25) para lograr la investidura de Alberto Núñez Feijóo… 

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