Un contrato de dirección de misiles para la armada española, por un valor total de 200 millones de euros, ha sido a parar a Santa Bárbara (grupo General Dynamics), a la empresa israelí Rafael y a Tecnobit, empresa liderada por el antiguo presidente de AMPER, Eugenio Vela, quien ente sus muchos méritos profesionales se cuenta el ser amigo del ministro de Defensa, José Bono.
Lo curioso es que la empresa española Indra, se ha quedado en la cuneta, y quienes se llevan el premio son los norteamericanos de General Dynamics, los mismos estadounidenses que están vetando a España en sus contratos armamentísticos con el exterior, especialmente con el venezolano Hugo Chávez. Así nos congraciamos con Washington y al mismo tiempo le hacemos un favor a un amigo. Sólo pierde Indra.