El caso es que cuando ustedes lean estas líneas es posible que Bloomberg haya sido reelegido alcalde de Nueva York, ciudad a la que ha contribuido a hacer más rica y más inhabitable. Pero eso va en gustos.
Lo importante es que el millonario de la información financiera abordará su tercer mandato a pesar de que, por dos veces, los neoyorquinos votaron contra un tercer mandato en la alcaldía, es decir, con la permanencia en el cargo más allá de los ocho años, el mismo límite temporal -esta vez normativo- para el inquilino de la Casa Blanca.
En definitiva, que Bloomberg, de cuyo pedigrí democrático, nadie dudará, se está comportando exactamente igual que Hugo Chávez, Rafael Correa, Daniel Ortega, Manuel Zelaya, Álvaro Uribe... la obsesión por mantenerse en el poder.
Y esperemos que a Barack Obama no se le ocurra perpetuarse... a partir de 2016. Si la patria se lo exige.
Eulogio López
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