- El último informe del banco emisor constata que no vamos a peor gracias a la incipiente recuperación económica.
- Pero ahí queda la cosa: en sólo el principio de una tendencia.
- Asegura que las entidades financieras han concedido 150.000 millones en préstamos, pero el crédito desciende un 3,7%.
- Con la morosidad pasa lo mismo: sigue muy alta, pero entra en una senda "de progresiva moderación".
- Para entendernos: ha crecido al 5,5% en ritmo anual, pero en agosto el 2,1%.
Un de cal y otra de arena. Según el Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España, que gobierna Luis María Linde (en la imagen) estamos sólo en el comienzo de una incipiente recuperación, que se traslada, no a que mejore el flujo de crédito o se reduzca la morosidad, sino a que se contenga. El banco emisor ve en los dos ratios, como quien se agarra a un clavo ardiendo, una leve mejoría sólo por eso, porque se contienen. En el crédito, el ritmo de caída. Y en la morosidad, el ritmo de subida. Algo es algo en cualquier caso.
Más parece que el Banco de España quiere enviar un mensaje de optimismo para que prenda eso de que no estamos tan mal, a pesar de los pesares. Y adjunta en los dos casos el mismo mensaje de que dependemos de la recuperación de Europa, actualmente estancada. Las economías europeas, ya se sabe, son vasos comunicantes.
Veamos. Primero, el crédito. El informe cifra en 150.000 millones de euros el volumen de crédito concedido entre marzo y julio. Es la primera vez que incluye ese dato, tal vez contrarrestar un 'fantasma'. Pero ahí queda la cosa, porque el crédito sigue bajando (un 3,7% respecto al año pasado) aunque no al ritmo de antaño. Aclara el informe que la contracción del crédito "se estabiliza, al tiempo que se observa una moderación en su ritmo de caída para las empresas que no realizan actividades inmobiliarias o de construcción" (la mayoría).
Con el ratio de la morosidad sucede lo mismo. El Banco de España explica que aprecia una cierta desaceleración en la evolución de la mora de las familias y de las empresas no financieras. Vamos, que los activos dudosos no van a más, sino que incluso hay ligeros descensos. Pero poco más: los volúmenes de dudosos son todavía muy elevados. Los datos: hasta junio, esos activos dudosos crecían un 5,5%. Sin embargo, el dato más reciente, el de agosto, "refleja una variación interanual menor, del 2,1 %, continuando la tendencia de progresiva moderación".
El que no se consuela, en este caso el Banco de España, es porque no quiere.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com