Veamos: el texto de la reforma Gallardón tiene dos puntos de esperanza -el resto del proyecto de ley es tragedia homicida-: el aborto eugenésico y, el más importante de todos: el aborto por peligro para la salud psíquica de la madre. Ya saben: doctor, si no aborto, puedo sufrir feroces depresiones. Cuando la realidad es al revés: se deprime cuando aborta, claramente, y queda marcada de por vida: en su cuerpo, en su mente y en su alma... o en las tres cosas a la vez.
Ahora bien, el aborto eugenésico supone un 1% de los abortos es legales que se perpetran en España. El aborto psíquico, la mitad del primer supuesto, representa más del 97% de los abortos perpetrados en España y es el más lacerante de todos por ser el aborto más cínico de todos.
La única puerta de esperanza que dejaba abierta la reformita Gallardón era que realmente se demuestra, con criterio médico, que ninguna mujer sufre depresiones por ser madre, sino por matar a su hijo. Se trataba de que, como en Polonia, fueran médicos de la Seguridad Social, no médicos del propio abortorio, quienes dictaminaran si iba a sufrir feroces depresiones. Pero los aborteros saben que ningún médico que no cobre por ese dictamen a clarificar el sí al aborto sino el no rotundo. Sencillamente, porque el aborto por razones psicológicas es una majadería enorme.
Pues bien, ese es otro "punto" que según aseguró Mariano Rajoy puede ser cambiado. Reforma Gallardón: ley acomplejada, homicida, tardía y desfondada. Estos peperos son geniales.Eulogio López
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