Royal Dutch Shell ha presentado un escaso margen de beneficio en el primer trimestre por los débiles precios del crudo, que en las últimas semanas se han movido al alza hasta niveles de hace seis meses (el barril de Brent ya está a 75 dólares). La petrolera angloholandesa ha ganado 5.355 millones de euros hasta marzo, lo que supone un 2% más que hace un año, mientras los ingresos han descendido un 6,1% a 74.725 millones.
Eso sí, los accionistas no se han visto afectados, pues han recibido un dividendo en el primer trimestre de 0,41 euros por acción, lo que ha supuesto un reparto total de 3.480 millones. Asimismo, se ha puesto en marcha el próximo tramo de recompra de acciones. Por su parte, la deuda ha cerrado el trimestre en 13.719 millones.
El CEO, Ben van Beurden, ha señalado que las cifras demuestran la “fortaleza” de la estrategia de la petrolera, como hace unos días hizo BP, y la “calidad” de la cartera de activos, cuyo valor asciende a 367.347 millones. Por ello, a pesar de que espera que el volumen de ventas de productos petroleros baje en el segundo trimestre por la desinversión en Argentina, confía en que se alcancen los objetivos anuales.