- Igualito que en la II República.
- El secretario general del PSOE insiste en la España plurinacional: socialistas, comunistas y separatistas… incluido el PNV.
- Es decir, en el frente-populismo y el guerracivilismo… con su España plurinacional, naturalmente.
- Con el PNV ya prepara sus contactos. Pero también con el todavía reciclable Arnaldo Otegi.
- Ni los atentados terroristas en Cataluña le han hecho cambiar de opinión.
- Aunque el punto de inflexión fue la cesión de Emiliano García-Page.
- En Moncloa creen que es imposible pactar nada con Sánchez, convertido en una marioneta de Iglesias.
- Y lo es, pero Mariano carece de un plan B… una vez más.
Vieja doctrina para el nuevo curso:
Pedro Sánchez (
en la imagen junto al lehendakari, Íñigo Urkullu) sería capaz de presidir una España en ruinas, con tal de llegar a La Moncloa. Es un personaje singular cuya
ambición deja en nada las de Felipe González y ZP.
Y así, fuentes que han mantenido contacto veraniego con él aseguran que lo tienen muy claro: sigue pensando en el
frentepopulismo y niega que ese frentepopulismo tenga nada que ver con el
peligro de guerra civil. Y nada de cualquier acercamiento al PP. Ni tan siquiera los tentados terroristas de Cataluña le han convencido de lo contrario.
Para ello, Sánchez pretende la unión de los socialistas del
PSOE con los
comunistas de Podemos y todo tipo de
fuerzas separatistas (incluidos el
PNV, que conste) con quien, por cierto, y esta es la novedad del verano, ya ha pedido a su equipo que se tiendan puentes. Su
plan plurinacional, con reforma constitucional incluida, al PNV le pone. Y sin olvidar a
Arnaldo Otegi, que todavía es reciclable para el gran objetivo pedríscola de llegar a Moncloa.
Y a nadie se le oculta que si los cinco diputados del PNV, partido que ya ha sacado toda la tajada posible del dinero del resto de los españoles a cambio de sus votos a Rajoy, podría hacer ahora presidente a Pedro Sánchez.
Además, si de frentepopulismo hablamos, es decir, de la
II República, recuerden que los diputados del PNV empezaron pactando con los demócratas y acabaron vendiendo sus votos… al Frente Popular. Lo mismito que podrían hacer ahora.
No, los
atentados de Cataluña -y lo malo es que al resto de esta España decadente tampoco- no le han hecho cambiar sus opiniones. Esta es la clase política que tenemos, no da para más. Y lo que más ha pesado en su decisión es la chapuza de
Emiliano García-Page, uno de los barones que con más fuerzas se enfrentó a la posibilidad de un pacto con Podemos… que ahora ha entregado el Gobierno a Podemos.
En estas condiciones, en Moncloa creen que
es imposible pactar nada con Sánchez, convertido en una marioneta de
Iglesias.
Y tienen razón es, pero
Mariano carece de un plan B… una vez más. Confía en que lo inevitable no ocurra.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com