La corrupción azota Venezuela, Argentina, El Salvador y Paraguay
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) señaló que ante la crisis política y humanitaria que vive el país, “es urgente” postergar las elecciones presidenciales convocadas para el 20 de mayo, recoge Aciprensa.
Los obispos publicaron este lunes una declaración luego de la jornada nacional de oración por Venezuela realizada del 19 al 22 de abril.
En el texto, los obispos explican que ante los graves problemas que vive la población, como el hambre y la pobreza, “se deslegitima la realización de las elecciones presidenciales, convocadas para el próximo 20 de mayo”.
Indicaron que las elecciones, “tal como están concebidas, sin las suficientes garantías que identifican todo proceso electoral libre, confiable, transparente, con innumerables inhabilitaciones de posibles candidatos, lejos de aportar una solución a la crisis que vive el país, pueden agravarla y conducirlo a una catástrofe humanitaria sin precedentes. Por tanto, es urgente su postergación para el último trimestre del año”.
tal como están concebidas (las elecciones), sin las suficientes garantías que identifican todo proceso electoral libre, confiable, transparente...
La CEV denunció la hiperinflación, la pobreza, la falta de servicios básicos como luz, agua y gas; la aparición de epidemias y la falta de medicinas, así como la “sorprendente indiferencia de los responsables gubernamentales de estas áreas para solucionar estos problemas”.
“Toda esta problemática está generando un gran número de protestas a lo largo y ancho de todo el país, que aunque silenciadas por los medios de comunicación, se van acrecentando”, señalaron.
Los obispos indicaron que estos problemas provocan que la emigración crezca cada día más.
En ese sentido, pidieron a los gobernantes tomar “conciencia de su responsabilidad en todos estos males” y “abocarse, sin más dilación” a controlar la hiperinflación, así como buscar las soluciones políticas antes que los problemas de Venezuela “alcancen proporciones incontrolables y cotas dolorosas de destrucción y muerte”.
Para concluir, los prelados subrayaron que “los creyentes en Jesucristo, vivo y resucitado tenemos la fe y la convicción de que la última palabra no la tiene ni la soledad, ni el sufrimiento ni la desesperanza que sufrimos cada uno y nuestras comunidades, sino la fuerza transformadora de la vida de Dios, en Cristo resucitado”.
Según informó la semana pasada el Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela cerrará el 2018 con una inflación del 13.864%. Además, en 2019 el valor de decenas de productos seguirá creciendo hasta el 12.874%.
En su informe, el FMI recuerda que “Venezuela ha sufrido una intensificación de su crisis económica y humanitaria desde 2014”. Esto se ha reflejado en escasez de alimentos y medicinas, y la migración de cientos de miles de venezolanos a otros países.
La crisis se ha agravado también por la aparición de enfermedades que no se veía en Venezuela hace muchos años como la sarampión, la malaria y la difteria; que afectan a miles de personas que no cuentan con dinero para comprar las medicinas, que cada día escasean más o simplemente ya no se puede encontrar en el país.