El padre David Tanko
Un sacerdote nigeriano fue asesinado mientras mediaba en un conflicto entre grupos étnicos en el centro-este de Nigeria. El 29 de agosto, el padre David Tanko fue detenido por hombres armados de camino a la aldea de Takum, donde debía asistir a una reunión para alcanzar un acuerdo de paz que pondría fin a la crisis entre los grupos étnicos de los Tiv y los Jukun, informa Fides.
Según fuentes locales, los delincuentes, quizás pertenecientes a una milicia Tiv, después de matar al padre Tanko incendiaron el cuerpo del sacerdote y su automóvil.
Hemos predicado la paz y hemos hecho esfuerzos para llevar a ambas partes a la mesa de negociaciones
Monseñor Charles Michael Hammawa, obispo de Jalingo, condenó el asesinato del padre David Tanko con estas palabras: “Tan pronto como supimos de la noticia de su muerte, nos quedamos petrificados. La diócesis está de luto”. El obispo añadió: “Hemos predicado la paz y hemos hecho esfuerzos para llevar a ambas partes a la mesa de negociaciones. La policía estatal me prometió que están investigando el caso. Mientras recemos para que los asesinos sean llevados ante la justicia lo antes posible. Nuestra principal preocupación ahora es darle un entierro digno. Queremos que no haya represalias que empeoren la situación”, aseguró el obispo Hammawa. El funeral del sacerdote será el 2 de septiembre y el entierro tendrá lugar el 3 de septiembre en el cementerio diocesano de Jalingo.
En el estado de Taraba ha habido una serie de ataques armados, el más reciente en el área de Wukari. Dos personas murieron mientras un oficial de policía resultó herido en el ataque y, además, en la cercana Donga Local Government Area (LGA), un estudiante del ECWA Seminary School fue asesinado el 28 de agosto.
El conflicto entre el Tiv y los Jukun se remonta a 1953 (otras fuentes señalan 1959 o 1977). Según algunos estudios históricos, las dos poblaciones vivieron en armonía hasta la colonización británica, cuando las autoridades coloniales favorecieron a los Jukun en detrimento de los Tiv, plantando la semilla de la discordia que brotó y fructificó hasta nuestros días.
En julio, los gobernadores de los dos Estados interesados, Benue y Taraba, lanzaron un llamamiento por la paz
El conflicto resurgió violentamente el 1 de abril. La disputa se desencadenó en la zona de Wukari y pronto derivó en una serie de incursiones en los pueblos de las dos poblaciones, con asesinatos y saqueos. La violencia también se extendió al vecino Estado de Benue. En julio, los gobernadores de los dos Estados interesados, Benue y Taraba, lanzaron un llamamiento por la paz, mientras que el Isaiah Jirapye, presidente de la sección local de la Christian Association of Nigeria (CAN), pidió a las dos partes que dialogen, y aseguró haber “hecho los contactos necesarios para un diálogo inmediato para garantizar el fin de las hostilidades”.
Los medios occidentales no han prestado mucha atención al caso: sólo era un buen cura... y no pederasta.