• El Banco de España se ha dado más prisa con Banco Madrid que el regulador pirenaico con Banca Privada Andorrana.
  • El jefe del Ejecutivo andorrano, Antonio Martí, anuncia hoy que "da un paso más" con el cese del Consejo de Administración de BPA.
  • Y lo anuncia tras reunirse con Juncker, sobre el que pesan la sospecha de atraer a multinacionales a Luxemburgo con una fiscalidad ventajosa.
  • En España, todo ha ido más rápido: los consejeros de Banco Madrid dimitieron en bloque, un día antes, por la falta de apoyo del supervisor.
  • El gobernador, Luis María Linde, ha tenido que nombrar hoy a tres administradores y poner fin a la intervención.

Tiene su guasa que el jefe de Gobierno de Andorra, Antoni Martí, haya anunciado el cese de todo el Consejo de Administración de Banca Privada Andorrana (BPA) precisamente tras reunirse, este jueves, con el presidente europeo, Jean-Claude Juncker (en la imagen, los dos), que arrastra lo suyo en eso de la transparencia y las ventajas fiscales en igualdad de condiciones. La única gran diferencia entre Luxemburgo y Andorra es que el Gran Ducado pertenece a la UE y el Principado, no. Y en el Gran Ducado, mírenlo así, se ingenió la trama para que 340 multinacionales se beneficiaran de una fiscalidad ventajosa cuando Juncker era primer ministro.

Claro que una cosa es la opacidad fiscal y otra, la colaboración con el blanqueo de dinero, especialmente si es en connivencia con el crimen organizado, algo muy grave, que es de lo que acusa EEUU a Banca Privada Andorrana. Lo que ha dicho el jefe de Gobierno andorrano, en cualquier caso, es que Juncker "entiende lo que está pasando y que él también es consciente de que la plaza financiera andorrana es una plaza muy sólida, solvente, y lo hemos hablado" (sic).

Antoni Martí ha añadido que "hoy mismo ya se ha dado un paso más a la intervención del BPA con el cese de todo el Consejo de Administración y de algunos directivos". O sea, ha puesto de manifiesto, indirectamente,   que en las secuelas posteriores a la intervención, el ritmo de los acontecimientos es más rápido en nuestro país que en el suyo, a pesar de que el epicentro de las sospechas de la Administración Obama está en la matriz, el BPA, y no a su filial, el Banco Madrid.

Como consecuencia de sus prisas, el Banco de España se topó ayer con la dimisión en pleno del Consejo de Administración de Banco Madrid, después de que el gobernador, Luis María Linde, enviara a dos interventores a supervisar las cuentas tras la intervención, el martes, de BPA. En otras palabras, no sintieron el apoyo del Banco de España, más bien todo lo contrario, y decidieron marcharse. La "tranquilidad absoluta" que reinaba al principio del día en la actividad de la entidad derivó al final de la jornada en una dimisión unánime de los consejeros. El Banco de España ha tenido que salir al paso este jueves con el nombramiento de tres administradores provisionales y dar así por concluida su intervención en la filial de BPA. Así lo ha comunicado en una nota informativa.

Paradojas.

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com