- Sobre todo, no tengáis hijos. En especial, los pobres.
- Lo de París no ha sido una Cumbre anti-calentamiento sino una cumbre anti-natalista.
- Y los pobres responden dos cosas: primero, que su mayor riqueza son sus hijos.
- Segundo, que primero matarán el hambre del hombre y luego enfriarán el planeta. Por ese orden.
- Por lo demás, el acuerdo sobre cambio climático presenta las habituales contradicciones del Nuevo Orden Mundial (NOM).
- Por ejemplo, respecto a la investigación sobre el carbón o cuando elude hablar de la energía nuclear.
- O al ignorar la necesidad de reforestar el planeta.
- O al centrarse en la energía y olvidarse del transporte.
- Al final, el sinuoso Al Gore resucita en París y el caradura de Obama capitaliza el éxito.
La COP 21 terminó el sábado en París. Casi todos los países del mundo, como recordó el caradura de
Barack Obama, firmaron el acuerdo sobre el planeta. Es decir
estamos ante otra necedad, pero, eso sí, necedad global, que es, al mismo tiempo, una estafa, pero, eso sí, una estafa de alcance planetario. Al final, la Cumbre climática ha acordado lo que era previsible que consensuara, el primer dogma del Nuevo Orden Mundial (NOM), al que el ser humano le cae más bien poco simpático. Esa conclusión del COP-21 puede resumirse así: no tengáis hijos, sobre todo vosotros, los pobres, que parís más que las conejas.
La solución de los países ricos, tan verdes ellos, es sencilla: impecunes, suicidaos, no tengáis hijos, a los hijos ya los ponemos nosotros, que somos ricos y podemos criarles con 'responsabilidad'. Pero tampoco tendremos muchos, porque los bebés se caracterizan por dar mucho la tabarra y hay que encontrar nurses que los eduquen y les cambien los pañales.
Los países pobres, naturalmente, responden dos cosas: que su principal riqueza son sus hijos y que su prioridad es alimentarlos. Luego ya se preocuparán del puñetero calentamiento global y sus dos grados de más. Y digo 'puñetero' porque los dos grados se han convertido en un dogma cientifista que nadie puede mostrar ni demostrar… pero no te atrevas a discutirlo o atente a las consecuencias.
Ejemplos: China, India (suman la tercera parte de la población mundial) y otros países emergentes queman mucho carbón porque es lo que necesitan para calentarse y para disponer de un sector industrial que mejore su acceso a la alimentación, el vestido, la vivienda y la educación. Algo por el que los países ricos, tan verdes ellos, como creo haber dicho antes, han pasado (han contaminado) tiempo atrás. No lo duden: China e India cumplirán los acuerdos de París sólo si no detiene su crecimiento industrial. De otra forma harán caso omiso. Y no se lo podemos reprochar.
Por lo demás, el alabado consenso de París, entra de lleno en el cúmulo de contradicciones e intereses cruzados del Nuevo Orden Mundial (NOM). No sólo representa una estafa global contra la humanidad sino una necedad global sobre el futuro del planeta.
Ejemplo, la COP-21 pregona las energías renovables pero no cita a la nuclear, que no provoca gases de efectos invernadero, que no contamina nada, que no calienta el planeta… y que encima es la energía más intensa y más barata, la verdadera energía de los pobres. Occidente se niega a ceder el control tecnológico sobre esta energía definitiva. Energía en la que se está investigando poco, encima, porque la prioridad son la eólica y la solar, dos tontunas que sólo son rentables a costa de subvenciones públicas.
Lo mismo ocurre con el carbón, con inagotables reservas en el planeta. Para la captura de los gases nocivos que provoca la combustión de carbón, está casi todo inventado y si se investigara un poquito más se llegaría a unos efectos negativos absolutamente mínimos. Pero nos hemos gastado el dinero de todos subvencionando la energía eólica y solar... que dan para lo que dan, ni un grano más.
Y ojo, que los agoreros del NOM, los ecopanteístas, han convertido el cambio climático en religión. Sí, en religión y en ideología. Ejemplo: Ecologistas en Acción considera que lo de París ha sido un fracaso porque no se ha abordado el calentamiento global
a efectos de "perspectiva de género".
Más contradicciones: ¿cómo es posible que en ningún momento, durante las discusiones sobre el cambio climático de París, se haya hablado 'en positivo'? Por ejemplo,
apenas se tocó el vital asunto de la reforestación. Cuando nació el movimiento ecológico, 50 años atrás, por aquel entonces un movimiento sensato, una de sus peticiones habituales era la reforestación del planeta. Mira tú, ahora prefieren mutilar a la población para que reducir la producción de aire malo antes que aumentar el número de árboles y la extensión de verde para producir así aire bueno y transformar el malo en bueno.
Otra contradicción latente consiste en centrar la cuestión en la producción de energías, cuando es el transporte lo que más energías fósiles consume y el más generalizado en los cinco continentes. Claro, lo que pasa es que si a la gente le quitas el coche se lo puede tomar a mal. Y de demagogos estamos hablando.
Al final, no es por casualidad que en París -eso sí, en el momento del triunfo- haya reaparecido el sinuoso ex vicepresidente norteamericano, Al Gore. Nuestro muchahco andaba escondido porque hasta los más tontos se dieron cuenta de su juego. El cambio climático sólo es una excusa para el antinatalismo, que es lo que realmente pretenden los ricos filántropos, tipo Al Gore: acabar con la humanidad. Bueno, con toda no, sólo con la chusma, para que la elite viva muchos años. Por ejemplo,
él mismo, adalid de esa elite mundial adinerada que conforma el NOM.
Lo dicho: además de ante una necedad estamos ante una estafa. Eso sí, cantada con alabanzas varias por todos los líderes mundiales, que emplean el mismo adjetivo: cumbre histórica (son muy originales). Yo más bien diría estafa histórica... que, encima, acabará en fracaso histórico. Al tiempo.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com