Este jueves, se ha podido ver la ‘ambición’ de Isabel Pardo de Vera, presidenta de Adif, pues se ha referido a una segunda fase de la liberalización del AVE, en un acto organizado por Executive Forum, cuando aún no ha empezado la primera. Es más, esta última iba a empezar el próximo diciembre, pero se ha retrasado, porque los nuevos competidores de Renfe han anunciado que llegarán más tarde: el operador ferroviario francés SNCF lo hará en la primavera de 2021 y el consorcio Ilsa (formado por Air Nostrum, la aerolínea regional propiedad de Iberia, y el operador italiano Trenitalia) en 2022.

Pardo de Vera ha señalado que la segunda fase de la liberalización del AVE se producirá “en dos o tres años” con la finalización de las nuevas líneas de alta velocidad, como las de Galicia, Asturias, Burgos o Murcia. Eso sí, primero hay que acabar las obras… y que estas no tengan más retrasos. Recuerden que la primera fase de la liberalización se producirá en los AVE de Barcelona, Levante (Valencia y Alicante) y Sevilla.

Paralelamente, Pardo de Vera ha estimado que el impacto del coronavirus será de entre 500 y 600 millones de euros en los ingresos de Adif, que el año pasado ascendieron a 1.277 millones. De estos, gran parte procede de los cánones que le paga Renfe por el uso de vías y estaciones, y que se han rebajado. Y además no hay que olvidar el importante descenso de viajeros, que ya ha tenido sus efectos en los números del operador ferroviario que preside Isaías Táboas: “Sin movilidad tenemos un impacto enorme. Por ello trabajamos en ofrecer confianza y seguridad para que el ciudadano se pueda mover”, ha destacado.