Este jueves, Renfe ha recibido otra alegría: la liberalización del AVE, que iba a comenzar el próximo diciembre, se retrasa. Así lo ha anunciado el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, en un foro telemático organizado por Thinking Heads.

Por lo tanto, Renfe no tendrá que compartir ingresos y beneficios hasta más adelante, a pesar de que los contratos se firmaron hace poco más de un mes. Ábalos ha explicado que el retraso se debe a “problemas de las empresas privadas” que iban a participar en dicha liberalización: el operador público ferroviario francés -SNCF- e Ilsa (sociedad formada por Air Nostrum -aerolínea regional que pertenece a Iberia- y Trenitalia -compañía que forma parte del operador ferroviario estatal italiano-). El ministro ha destacado que SNCF les ha comentado que no podrá operar hasta la primavera de 2021, pero a día de hoy no han tenido comunicación de Ilsa. Además, ha añadido que se aparca el proyecto del AVE low cost (el AVLO), cuya puesta en marcha ya se había retrasado, sine die. 

Otra alegría para Renfe que llega un día después de que se conociera que Renfe pagará cánones más bajos a Adif por el uso de las vías durante los tres meses de estado de alarma (en los que se ha limitado el número de plazas de los trenes). Una rebaja temporal con la que el operador ferroviario podrá amortiguar parte del impacto de la crisis del coronavirus, que le ha llevado a revisar su plan estratégico: ha dejado de ingresar 420 millones de euros por la venta de billetes de AVE y Larga Distancia en las semanas de estado de alarma, según señaló su presidente, Isaías Táboas.