Creía yo que llevábamos 40 años de democracia pero estaba en un error. La Democracia ha llegado a España en 2019, gracias a don Pedro Sánchez que se atrevido -osado él- a trasladar el cadáver de un personaje muerto hace 42 años, desde Cuelgamuros a Mingorrubio.

Y así, desde de la sede central de Naciones Unidas, en Nueva York, ha proclamado este día de gran felicidad, este logro histórico del que tantos españoles -asegura la vicepresidenta, ‘Greta Calvo’- se sienten satisfechos. Yo mismo, soy muy feliz.

Resumiendo: la mayoría de los españoles no sabía que Franco estaba enterrado en el Valle de los Caídos, pero 'Pedro el Maravilloso' lo ha desenterrado y lo va a trasladar a 40 kilómetros, a Mingorrubio, a pocos metros del Palacio de El Pardo donde vivió. Y así, queridos niños, la democracia será plena.

Muchos españoles no sabían dónde estaba enterrado Francisco Franco y muchos jóvenes no saben quién fue Franco. En la ONU, pocos saben qué es el Valle de los Caídos y mucho menos en qué consiste ese ‘enaltecimiento’ del dictador -que el propio Sánchez elevó a la categoría de culto- del que tanto habla el Gobierno. Lo relevante es que la democracia española ya es real -hasta ahora sólo era nominal- porque 'Pedro el Maravilloso' ha traslado un cadáver desde Cuelgamuros a Mingorrubio (unos 40 kilómetros).

Un detalle: con el desenterramiento de Franco resucita el guerracivilismo de una generación que había olvidado la II República, la Guerra Civil y el Franquismo. Todo porque en Moncloa vive Narciso, un hombre enamorado de sí mismo, ególatra hasta el extremo, que con tanto señorío como osadía desentierra un cadáver de hace 42 años: a moro muerto gran lanzada. 

Ya lo saben: Sánchez venció a Franco. Bueno, venció a la momia de Franco.