La deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó un máximo de 1,691 billones de euros en el segundo trimestre del año, según datos del Banco de España publicados este martes.
Esos 1,691 billones de euros suponen 23.546 millones de euros más (un 1,4% más) que en el primer trimestre del año y 65.254 millones de euros más (un 4% superior) respecto al mismo trimestre del año anterior.
En relación al PIB, esta cifra supone el 103,4% del PIB, el mismo porcentaje que en el primer trimestre. Si bien en el segundo trimestre del año anterior, el ratio de deuda en relación al PIB llegó al 105,2%, al término del año pasado se quedó en el 101,6%.
Estando todavía muy lejos del 60% de deuda en relación al PIB fijado por Bruselas, conviene recordar que las tres mayores agencias internacionales de calificación crediticia -que son Standard & Poor's, Moody's y Fitch- acaban de revisar al alza la calificación de la deuda de España y que la prima de riesgo ha caído al entorno de los 55 puntos básicos, dos estupendas noticias para la deuda española.
Ahora bien: lo que han dicho las tres citadas agencias de calificación es que el Reino de España está en condiciones de pagar la deuda, entre otras cosas por el crecimiento del PIB gracias al aumento de la población -que incluye el consumo de los inmigrantes no regularizados- y gracias al turismo.
Pero lo que no te dicen las citadas agencias es si la economía española va bien, sobre todo la de cada español o la de los hogares.
Y ahí es donde Hispanidad insiste: según datos de Eurostat, el PIB per cápita de España, de 36.300 euros en el año 2024, se sitúa por debajo de la media de la UE (39.700 euros). Y se sitúa el puesto número 14 de un total de 27 países.
Por otra parte, el último informe de Eurostat sobre «condiciones de vida» en la Unión Europea destacaba que la renta real disponible (ingresos menos impuestos, ajustando el poder adquisitivo y la evolución de los precios) de los españoles ha aumentado tan solo un 1,6% en los últimos 15 años. Por contra, en la UE ha crecido un 20%.
Además, la renta de los hogares españoles solo ha aumentado un 4,9% desde 2007, frente al 27,5% de la media de la OCDE (el cuarto peor crecimiento de todos los países que la conforman).












