El mayor reto de Telefónica en 2023 será culminar la remontada en España
Nueva tarde de nervios, la del lunes 26, en la sede central de Telefónica. La bolsa cerraba con una caída en la cotización de la operadora. Con un Ibex 35 que caía un 0,99% la cotización de la operadora se derrumbaba un 2,62%, hasta los 3,56 euros por acción.
Todos los enemigos del actual presidente, José María Álvarez Pallete atacan siempre por el deprimente recorrido bursátil de la compañía.
El problema de Pallete es que en la teleco de bandera española aún existen consejeros y directivos que trabajan contra la firma y para el PSOE
Y esto resulta sorprendente porque ese recorrido no es tan malo si se compara con el de otras operadoras y, sobre todo, no debería enervar a nadie si se compara con la demostrada capacidad de generación de recursos de Telefónica, y esta es cuestión mucho más relevante.
Además, Telefónica ha hecho sus deberes en la materia, por ejemplo, de extensión de redes de fibra óptica, que esa es la parte fundamental de tantas telecos. Ahí sí es pionera desde hace muchos años.
Todo el sector teleco está sometido a la desconfianza perpetua de analistas e inversores por una razón: nadie sabe cuál será la tecnología triunfante pasado mañana
Y de todo esto se extraen, cuando menos, tres conclusiones. A saber:
1. Telefónica no debe preocuparse de la Bolsa, sino del Sanchismo. La capacidad de generación de recursos de la operadora le permite afrontar el desastre bursátil pero las ansias de Moncloa por teledirigirla continúan.
Seamos claros: el problema de Pallete es que en la teleco de bandera española existen consejeros y directivos que trabajan contra la firma y para Sánchez o para su propio medro personal. Eso que llaman cultura empresarial, y que no es ota cosa que lealtad a la firma, brilla por su ausencia en muchos despachos de la compañía.
2.Todo el sector teleco está sometido a la desconfianza perpetua de analistas e inversores por una razón: nadie sabe cuál será la tecnología triunfante pasado mañana. No es culpa de Telefónica por lo que obcecarse en mejorar la cotización es caminar hacia la melancolía de los esfuerzos frustrados.
Las telecos necesitan convertirse, en 'googles', necesitan pasar de la forma al fondo... sin perder la forma
3.Mejor olvidarse de las tecnologías cambiantes y crecer en redes y contenidos. Las telecos de hoy se parecen a las petroleras: viven en metamorfosis hacia el kilowatio por cuenta del cambio climático ese, pero en el entretanto sobreviven con el crudo, que es lo que da dinero.
Ojo, no hablo de relanzar el desastre de Movistar Vídeo sino en adentrarse en la vía de contenidos tipo Google. Porque los buscadores y otros hacedores de contenidos como las redes sociales, se aprovechan de los que tienden las infovías. O es otro cambio en la WEB 3 o ni Telefónica ni ninguna de las operadoras, especialmente las antiguas telecos de bandera, tendrá remedio.
Las telecos necesitan convertirse, en 'googles', necesitan pasar de la forma al fondo... sin perder la forma, el crudo, que es donde se hace caja.
Esto último es lo estructural, lo de la bolsa es puramente coyuntural, pasajero. Ocuparse tan sólo de quienes utilizan la mala marcha bursátil para desestabilizar la compañía en provecho propio.