Todo comenzó con la okupación de una vivienda por parte de un grupo de inmigrantes. Los mossos se personan para desalojarlos. La policía se encuentra al Iman de Salt en la okupación y los mossos le sacan a la fuerza. La comunidad islámica de Salt enloquece tras el desalojo del Iman e intenta atacar la comisaria de Mossos con huevos y piedras. A ellos se suma el Sindicato de Vivienda de Salt, del que ya hemos hablado en Hispanidad, y que convoca manifestaciones en favor de los okupas islámicos.

Distintas voces, entre ellas la del portavoz nacional de Vox en materia de Inmigración, Seguridad e Interior, Samuel Vázquez, alertan sobre una situación que ya habían predicho en 2018, el avance de la islamización en España. 

Mientras, los artífices de los destrozos en la localidad catalana, se burlan de los destrozos: «Mirad todo lo que hemos destrozado, hemos cerrado las calles, no puede salir nadie de Salt». «Quinta vez que me sigue la policía y sigo sin entrar a comisaría».

Desde Vox, en la misma ciudad de Salt, explican en primera persona cuál es la situación en una zona que los expertos en seguridad denominarían No Go, barrios en los que ya hay una mayoría de población islámica y rigen sus propias normas emanadas de la Sharia o Ley Islámica. 

La Gaceta recogía cómo en Cataluña la situación es “grave”, según las fuentes consultadas dentro de la Policía Nacional. En primer lugar, porque son muchas las zonas que corren el riesgo de acabar como las anteriormente explicadas; y en segundo lugar porque “la falta de información de los Mossos nos hace que no podamos valorar con la misma fiabilidad la situación que se vive en esa zona de España”.

 

Tras lo ocurrido, el sindicato de agentes Uspac ha alertado que dichas algaradas son el «preludio» de «cómo resolverán las cosas muchos de sus habitantes, cada vez que haya el más mínimo conflicto». La organización de mossos reprocha «el atrevimiento de plantar cara ante una comisaría e increpar a los policías», lanzando piedras, huevos, y causando graves altercados.