A diario podemos ver cómo desde la política y la prensa se convierte al verdugo en víctima y a la víctima en verdugo. Ejemplo de ello es la okupación, el propietario, que ha trabajado para tener una casa y una renta, es criminalizado como un rentista despiadado, mientras el jeta del okupa es dibujado como un pobre ciudadano víctima de la especulación inmobiliario. 

Es el caso de Pilar, pensionista que lleva cuatro años mateniendo a su okupa, es más, ha visto cómo le embargan su pensión porque la okupa le debe más de 23.000 euros. La 'malvada' especuladora alquiló su piso en el centro de La Coruña por 370 euros a una mujer a la que no le alquilaban ninguna vivienda por ser marroquí y tener una hija. Un día su inquilina dejó de pagar porque supuestamente se había quedado sin trabajo. 

Y ahí estaba el buenismo de la prensa para apiadarse de su okupa: "En 2022 sale en las noticias dando pena: lluvia de ofertas de empleo; incluso le pagan el alquiler para no ser desahuciada. ¿Quién cobró ese alquiler? -se pregunta la propietaria desesperada después de tantos años de lucha- Yo no. Ni un euro desde el 2020. En marzo de 2025, sigue ocupando mi piso sin pagar nada. ¿Justicia?".

Pilar lo denuncia en sus redes sociales en un vídeo dirigido a Pedro Sánchez e Isabel Rodríguez, donde adjunta las noticias que se publicaron en su día: "La madre con una orden de desahucio de su piso de A Coruña comienza a trabajar la próxima semana en una pizzería", titulaba La Voz de Galicia. "La institución Padre Rubinos le pagará el alquiler para evitar que la mujer y su hija de 10 años sean desalojadas de su vivienda", añadía.

Días más tarde, el propio medio reconocía que le llegaron unas 12 ofertas de trabajo, pero se quedó con la primera, y publicaba otro artículo con la okupa trabajando y asegurando que desde la fundación Padre Rubinos "le pagaron el alquiler para evitar así el desahucio".

Pero el alquiler nunca llegó a Pilar: "Eso fue lo que ella dijo a La Voz de Galicia, pero la fundación Padre Rubinos jamás se puso en contacto conmigo y jamás me ha pagado nada. Si le ha pagado a ella y se lo ha quedado, no lo sé, pero yo jamás he recibido ni un euro de Padre Rubinos y si no, que lo demuestre quien sea".

"Trabajaba y me consta que sigue trabajando, según los vecinos, pero bueno, como está cómoda, pues como dice ella: mientras el juez no me eche, yo no me voy a ir y no te voy a pagar nada".

Mientras tando, el proceso sigue en manos del juez, quien ha fijado el próximo 19 de marzo el juicio. Por una lado, Pilar marca ese fecha como el final, pero no termina de creerlo puesto que otras veces ya se ha suspendido el lanzamiento: incluso en 2022, Servicios Sociales afirmó que la okupa estaba trabajando y cobrando un sueldo de 1.100 euros.