En repetidas ocasiones hemos referido que el automóvil afronta una crisis mundial, la cual empezó por el coche eléctrico (sobre todo, por su baja demanda ante su caro precio, sus elevados costes de producción y la fuerte competencia de las marcas chinas), pero que se ha extendido al resto del sector. Claro que a todo esto en España se suman las dificultades que ya tenía debido a no haber logrado aún recuperar el nivel de ventas preCovid, la lenta electrificación y el elevado envejecimiento del parque (cuya edad media es de 14,5 años). Por eso, desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), en la presentación del Informe Anual de 2024, su director general, José López-Tafall, ha insistido en que están afrontando un “escenario extremadamente retador” y ha reclamado una hoja de ruta y ayudas más eficaces.

En 2024, las empresas automovilísticas asociadas a Anfac han tenido una facturación de 76.855 millones de euros, lo que supone un 2% menos que el anterior. En esto ha influido la bajada de la producción en un 3%, hasta 2,377 millones de unidades, de las que el 85% se exporta fuera de España. Menos producción por la situación global del sector y también por el fin de algunos modelos y la llegada a cuentagotas de otros nuevos, algo que ha repercutido en el empleo, que ha descendido en 1.220 puestos de trabajo, hasta un total de 57.189 directos. Eso sí, sumando indirectos e inducidos se alcanzan unos 2 millones de trabajadores en un sector... que tampoco está siendo ajeno al problema del absentismo laboral. Además, la exportación ha bajado un 4%, a 2,12 millones. 

Menos ingresos, a pesar de que las ventas han superado el millón de unidades por primera vez desde 2019, situándose en 1,22 millones de vehículos (de los que 1,017 millones han sido turismos). Esta última cifra fue un 7% superior a la de 2023, pero aún sigue siendo un 20% menor a la preCovid de 2019. “España, como cuarta potencia europea, debe alcanzar 1,2-1,3 millones de ventas de turismo como mercado objetivo. Recuperar los niveles prepandemia es clave en términos económicos, y también para una correcta renovación del parque automovilístico”, ha señalado López-Tafall. Además, la evolución del mercado electrificado -que incluye vehículos 100% eléctricos e híbridos enchufables- decreció levemente (-0,4%) en 2024, a 124.176 unidades, sobre todo, por la caída vehículos comerciales eléctricos (-28%), aunque el director general de Anfac ha considerado que en general se debe pisar el acelerador. Al hilo de la renovación del parque automovilístico (cuya edad media es de 14,5 años), cabe destacar que en nuestro país el mercado de segunda mano se está moviendo al alza, pues ha subido casi un 5% y supera ya el millón de unidades en el primer semestre, según datos de Ganvam (distribuidores oficiales e independientes) y Faconauto (concesionarios oficiales), y en el caso de los turismos se han alcanzado los 276.921 (+7%), suponiendo que por cada turismo nuevo se venden 1,8 usados. 

“La transición a una movilidad cero emisiones es una oportunidad única del sector”, ha destacado, y aunque tienen “un compromiso tanto de las empresas como de las Administraciones Públicas”, se debe pasar aún más de las palabras a las acciones porque “el ritmo al que transformamos nuestro parque móvil no es suficiente y se deben aplicar medidas eficaces y que tengan continuidad en el tiempo. Por todo esto, desde Anfac se está impulsando el Plan Auto España 2030-2035, junto con el Gobierno y Sernauto (asociación que agrupa a los proveedores de automoción), y la colaboración de Administraciones territoriales, agentes sociales y otras asociaciones y sectores. “Para Anfac es necesario crear una hoja de ruta para el sector que identifique las líneas de acción prioritarias a corto plazo: incentivos a la compra ágiles, sencillos y eficaces; una fiscalidad favorable al vehículo eléctrico y potenciar la red de recarga, sin olvidar la electrificación del vehículo pesado. Y, al mismo tiempo, tener como país y como ecosistema una estrategia a medio-largo plazo, que transforme nuestra industria y mercado, manteniendo el empleo y el valor añadido”, ha explicado López-Tafall.

“Para Anfac es necesario crear una hoja de ruta para el sector que identifique las líneas de acción prioritarias a corto plazo: incentivos a la compra ágiles, sencillos y eficaces; una fiscalidad favorable al vehículo eléctrico y potenciar la red de recarga, sin olvidar la electrificación del vehículo pesado”, recalca López-Tafall

“El sector se encuentra sin duda en un punto de inflexión tecnológico, de mercado y en un momento de coyuntura que, tanto política como geopolítica y comercialmente, no es el mejor para enfrentar toda esta ingente necesidad de nuevas inversiones, lanzamiento de productos, convencer al mercado. En definitiva, un escenario complejo para todos” y “retador”, ha referido el director general de Anfac, por lo que es clave que todos colaboren ante el punto de inflexión tecnológico y la incertidumbre por los aranceles.

Eso sí, no se puede perder de vista que en 2024, el sector duplicó su resultado neto, alcanzando los 2.018 millones, sobre todo, por las inversiones de las matrices. En total, la inversión del sector ascendió a 2.434 millones, permitiendo que siga estando entre los principales motores económicos y de empleo del país. Además, su recaudación fiscal ascendió a 39.838 millones y se mantuvo como el producto que mayor saldo positivo aporta a la balanza comercial española, con 15.991 millones. Y para que todo esto siga siendo así y mejoren las cifras de ventas, producción, exportación y empleo, debe haber cambios y más y mejores ayudas.