
Parece que el tren fabricado en España… es más vasco cada día, y en esto ha influido, y mucho, el PNV, que no iba a perder la ocasión. Esto se ha visto muy bien en los últimos días, pues no sólo ha entrado en el capital y el Consejo de Administración de Talgo, sino que ha traslado su sede fiscal y social a Vitoria (Álava), donde estaba cuando se fundó en 1942. Y en paralelo, ha celebrado los éxitos más recientes de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), en cuyo accionariado está presente desde hace tiempo.
Por supuesto, el lehendakari… y miembro del PNV, Imanol Pradales, está feliz y podrá disfrutar aún más del turrón en la próxima Navidad. Eso sí, ha avisado que considera que el movimiento visto en Talgo es “el modelo de arraigo que vamos a seguir aplicando”. Asimismo, después de que CAF lograra adjudicarse en Bélgica el mayor contrato de su historia, ha presumido de que el tejido económico vasco “avanza con paso firme en un momento histórico”. Y Ramiro González, diputado general de Álava y miembro del PNV, ha celebrado que Talgo vuelva a casa y ha mostrado su agradecimiento a Pradales y a Jon Urresti, presidente de Fundación Vital y militante del PNV.
Zorionak CAF!
— Imanol Pradales (@Imanol_Pradales) December 19, 2025
Herri-harrotasuna sentiarazten digu albiste honek. Urrats sendoak ematen ari da gure ekonomia ehuna, une historikoan.
Industria gehiago eta Europa gehiago: hor dugu Euskadiren etorkizuneko ongizatea bermatzeko gakoa, gure balioetatik abiatuta.
[1/3]
🚆 Después de mucho trabajo y del esfuerzo compartido de muchas personas, #Talgo vuelve a casa y traslada de nuevo su sede a nuestro territorio.
— Ramiro González (@ramirogonza) December 17, 2025
Quiero agradecer especialmente el compromiso de José Antonio Jainaga, del Lehendakari @Imanol_Pradales, de las fundaciones bancarias… pic.twitter.com/E0C90AFRnz
Ahora veamos con más detalle a los dos fabricantes ferroviarios españoles, y muy vascos. En el caso de Talgo, ha quedado claro que no ha escapado de la injerencia política y se ha convertido en otra nacionalización encubierta del Gobierno Sánchez, esta vez para dar un regalo a sus socios del PNV. Recuerden que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, vetó la OPA que lanzó el consorcio húngaro Ganz Mavag por 619,3 millones de euros (lo que suponía 5 euros por acción) para hacerse con el fabricante ferroviario con sede en Las Rozas (Madrid). ¿Los motivos? Puro sectarismo ideológico para castigar a los ‘ultras’ del país de Viktor Orbán y… la seguridad nacional. Luego pidió a Criteria Caixa que entrara en Talgo, pero ante su rechazo buscó nuevos socios, como: la siderúrgica vasca Sidenor, el fabricante ferroviario polaco Pesa y el indio Jupiter Wagons (que tiene entre sus accionistas al eslovaco Tatravagonka). Al final, los vascos se llevaron el gato al agua.

Eso sí, la siderúrgica vasca que dirige el ingeniero industrial bilbaíno José Antonio Jainaga (en la imagen de la derecha) no presentó su oferta en solitario sino como líder de un consorcio vasco, del que también forma parte el fondo público vasco Finkatuz, la Fundación Bancaria BBK (de la que acaba de salir Xabier Sagredo y le sustituye Unai Rementeria) y la Fundación Bancaria Vital), por el 29,76% del capital de Talgo que poseía Pegaso -la sociedad que compartían el fondo Trilantic y la familia fundadora, la familia Oriol-. Porcentaje que tras una ampliación de capital se ha diluido ligeramente. Así, el citado consorcio ha puesto 150 millones de euros para hacerse con el 27,4% del capital de Talgo, repartido entre Jainaga (7,8%), Finkatuz (7,8%), BBK (7,8%) y Vital 3,9%. Tras los vascos, en el accionariado del fabricante ferroviario se sitúan: Pegaso (9,3%), SEPI -o sea, el Estado español, tras invertir 75 millones- (7,8%), Torrblas -sociedad de inversión que controla Ana Patricia Torrente Blasco- (5%), Torreal -firma de inversión de Juan Abelló- (3,2%) y una autocartera del 0,7%. Y el resto, es capital flotante (free float) que cotiza en el mercado.
Hace poco más de una semana, la Junta Extraordinaria de Accionistas aprobó una emisión de bonos convertibles, la entrada de la SEPI y una refinanciación de hasta 770 millones que se estructura en tres tramos: un préstamo a largo plazo de hasta 650 millones con garantía parcial de CESCE, para financiar los principales contratos internacionales (los de Deutsche Bahn y Flixtrain, entre otros), una línea revolving de 120 millones para necesidades de circulante y refinanciación parcial de deuda y una nueva línea de avales de hasta 500 millones parcialmente garantizada por CESCE, para respaldar la actividad internacional. Además, Deutsche Bahn ha bajado su pedido de 79 a 60 trenes para que Talgo, que aún tiene un problema de capacidad industrial y sigue en pérdidas (en parte por una multa de Renfe por retrasarse en la entrega de los trenes Avril), pueda cumplir con el encargo.

Hace unos días, tras los cambios en el accionariado, se han dado otros en el Consejo. Se han incorporado José Antonio Jainaga y Maite Echarri como representantes del consorcio vasco y han salido María José Zueco y Mario Álvarez. Así, el Consejo queda compuesto por: Carlos Palacio Oriol (en la imagen de la derecha), que mantiene la presidencia y es miembro de la familia fundadora; José Antonio Jainaga; Maite Echarri; Antonio Oporto del Olmo; Marisa Poncela García y Gonzalo Urquijo. Eso sí, este último ha sido cesado como CEO de Talgo y se ha nombrado como director general al ingeniero Rafael Sterling, quien trabaja en el fabricante ferroviario desde 2022 y antes lo hizo en Irizar durante nueve años. Pero no lloren demasiado por Urquijo, porque al dejar el puesto de CEO, se ha activado un incentivo de retención que, al estado actual de la cotización de Talgo, alcanza un valor de 2,58 millones, según ha avanzado El Economista... y por ahora, se mantiene como consejero, cargo que tiene una remuneración de 80.000 euros al año.
Vayamos con CAF, el fabricante de trenes y autobuses con sede en Beasáin (Guipúzcoa), donde hay menos injerencia política y mejores resultados económicos dada su gran diversificación. Eso sí, también tiene al PNV en su capital desde hace tiempo. En concreto, es su segundo accionista, tras los empleados (dueños del 24,973%), porque la Bilbao Bizkaia Kutxa Fundación Bancaria posee un 13,231% (un 10,231% lo controla a través de Kutxabank y un 3% de forma indirecta) y el Instituto Vasco de Finanzas tiene un 3%.
El viernes 18, CAF logró el mayor contrato de su historia: en concreto, uno para fabricar nuevos trenes por 1.700 millones en Bélgica, en concreto, 180 vagones que entrarán en servicio en 2030. Se lo ha adjudicado el gestor público ferroviario belga, la Sociedad de Ferrocarriles Belgas (SNCB), y se ha firmado un contrato marco que permite encargos adicionales de construcción de trenes, hasta un total de 170.000 plazas durante los próximos 12 años, lo que podría impulsar la cifra total a 3.400 millones. De esta forma, CAF ha logrado alzarse vencedor dentro de un proceso que generó recelos por parte del fabricante ferroviario francés Alstom y críticas de sindicatos y políticos por no elegir a este último, incluso hubo presiones por la inclusión de CAF en la lista negra de la ONU al operar en zonas ocupadas por Israel.
Es cierto que la SNCB adjudicó al fabricante vasco el contrato el pasado febrero, pero decisión que fue anulada por el Consejo de Estado de Bélgica, que pidió que se justificase de una manera más detallada la elección. Tras las presiones citadas, la SNCB pidió a CAF que confirmase que sus actividades respetan los derechos humanos e internacionales... y así lo hizo, subrayando que el tranvía que construye en Jerusalén beneficia al transporte tanto de judíos como de árabes. Finalmente, el fabricante de trenes y autobuses, que preside Andrés Arizkorreta y dirige Javier Martínez Ojinaga, se ha adjudicado oficialmente el contrato belga, que es el mayor de su historia.
El lehendakari Pradales ha señalado que “esta noticia nos llena de orgullo para nuestro país. Nuestro tejido económico avanza con paso firme en un momento histórico. Más industria y más Europa: ahí está la clave para garantizar el bienestar futuro del País Vasco, basado en nuestros valores”. Asimismo, ha referido que así Euskadi “demuestra, en un momento crucial para Europa y el mundo” que puede ser referente en algunas materias si parte de sus “fortalezas y valores, y acierta en las apuestas estratégicas”. Y ojo, está convencido de que “2026 no tardará en depararnos más buenas noticias”.












