Primero, la noticia: el consejero delegado de Telefónica, Emilio Gayo, ha destituido a Borja Ochoa como presidente de Telefónica España. Ochoa fue el único fichaje que Ángel Escribano le permitió a Marc Murtra llevarse de Indra. En Hispanidad le contamos, además, cómo se marchó de vacaciones nada más ser nombrado y que, cuando volvió se encontró hecho su equipo. Conviene recordar que Gayo fue su antecesor en el cargo y que aprovechó su ausencia para recolocar a los suyos.

Pues bien, ahora Ochoa ha sido destituido, coincidiendo con el acuerdo del segundo ERE más grande en la historia de la compañía. Telefónica España va muy mal y a Gayo le ha faltado tiempo para encontrar al culpable, aunque lo cierto es que Ochoa apenas lleva siete meses en el cargo y le han tenido prácticamente maniatado, sin poder tomar decisiones de calado.

Ochoa, en cualquier caso, no saldrá de la compañía. Murtra, que fue quien lo trajo, no acepta que le echen y le está buscando acomodo, sin perder salario.

Y sí, como decimos, Telefónica España va muy mal y se verá en las cuentas anuales. El problema principal es la merma de ingresos porque, sin ingresos, no se puede invertir lo necesario y si no se invierte, el servicio se puede resentir.