
Siemens Energy ha tenido un mal primer trimestre fiscal (octubre a diciembre), aunque, al menos, esta vez España no ha pagado los platos rotos... por puro interés, eso sí. Ha reducido el ERE planteado en el fabricante de aerogeneradores Siemens Gamesa en un principio (que afectaba a 430 empleados) hasta 129 despidos por recolocaciones en otras áreas, como la de eólica marina, que ahora está en auge... Eso sí, no hay que perder de vista que esta energía no gusta a DonaldTrump.
Entre sus primeras decisiones como 47º presidente de EEUU decidió volver a retirar a su país del Acuerdo de París y la suspensión temporal de la concesión de nuevos arrendamientos y permisos para eólica marina. Algo que no sólo afecta a Gamesa, sino también a la danesa Orsted, entre otras compañías. En paralelo, hace unos días, el Gobierno de EEUU ha confirmado que impondrá un arancel ‘antidumping’ del 28,55% a las torres eólicas fabricadas en España, algo que afecta a Gamesa (antes española y ahora 100% alemana), así como a la española Windar Renovables y sus filiales. Esto último se debe a la consideración de que estas empresas están vendiendo parte de su material por debajo del coste que hay en EEUU y responde a un proceso que inició la Administración Biden, tras una denuncia de la patronal Wind Tower Trade Coalition (Coalición de Comercio de Torres Eólicas, que agrupa a fabricantes estadounidenses).
Los pedidos de Gamesa se han disparado un 51,9%, a 2.435 millones, en gran parte, por el crecimiento de la eólica marina
Volvamos a los resultados. Siemens Energy ha tenido unos ingresos de 8.942 millones de euros en su primer trimestre fiscal, lo que supone un 16,9% más en términos absolutos y un 18,4% más en términos comparables (sin impacto del tipo de cambio y de las variaciones de perímetro). Por negocios: servicios de gas ha facturado 2.823 millones (+5,9% en términos comparables); tecnologías de red, 2.489 millones (+24%); transformación industrial, 1.337 millones (+17,9%); y Gamesa, 2.418 millones (+18,4%). Los pedidos de Siemens Energy han descendido un 11,1%, a 13.668 millones, a pesar de que los de Gamesa se han disparado un 51,9%, a 2.435 millones, en gran parte, por el crecimiento de la eólica marina. Eso sí, la división energética de Siemens cuenta con una cartera de pedidos récord por valor de 131.000 millones.
Por su parte, el beneficio antes de atípicos se ha disparado un 131%, a 481 millones, entre octubre y diciembre. Y el beneficioneto se ha desplomado un 87,2%, a 198 millones, frente a los más de 1.500 millones que ganó en el mismo periodo del ejercicio anterior, debido al impacto de los atípicos. Además, aunque Gamesa ha seguido en números rojos (-423 millones) han sido un 1,2% inferiores a los de hace un año y se sigue trabajando para lograr el punto de equilibrio en el ejercicio fiscal 2026 que empezará el próximo octubre. Recuerden que el ejercicio 2024 el fabricante de aerogeneradores cerró con unas pérdidas de 1.781 millones, eso sí, un 59% menores a las del anterior. Pero ojo, porque la deuda neta ajustada se ha incrementado desde los 1.951 millones al cierre del pasado septiembre a los 3.680 millones al cierre del pasado diciembre.
La división energética de Siemens espera que su ejercicio fiscal termine con un aumento de los ingresos en un 8-10% en términos comparables y con un beneficio neto cercano al equilibrio al excluir atípicos. Todo esto parece que ha gustado -y convencido- a los inversores, pues la cotización sube un 2%
A pesar de las cifras, el presidente y CEO de la división energética de Siemens, ChristianBruch, ha presumido de “sólido primer trimestre” y de “las oportunidades de mercado que surgen de la creciente demanda de electricidad”. Asimismo, espera condiciones favorables en el entorno de mercado porque la transición energética “requiere inversiones en infraestructura energética” y que el ejercicio termine con un aumento de los ingresos en un 8-10% en términos comparables y con un beneficio neto cercano al equilibrio al excluir atípicos. Todo esto parece que ha gustado -y convencido- a los inversores, pues la cotización sube un 2%. Además, Bruch ha considerado que en la Unión Europea “necesitamos un marco regulatorio en Europa que garantice más competitividad y proporcione incentivos para la inversión”, y ha reclamado “una simplificación radical de todos los requisitos administrativos”.
Y en paralelo, no hay que olvidar que el gigante industrial Siemens sigue insistiendo en su caradura... y en alejarse de su división energética. Actualmente, posee el 17% de Siemens Energy, tras distintas desinversiones, pero planea vender otro 6%, según refirió su director financiero Ralf Thomas hace unos meses. Un dinero que le vendría bastante bien para financiar la compra de la Altair, una compañía estadounidense de soluciones de software, nube, datos e Inteligencia Airtificial (IA), que tiene un valor de empresa (la suma de su deuda y de sus fondos propios) de casi 10.000 millones.