La vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, ha puesto en jaque la seguridad jurídica con tanta medida una semana sí y otra también, así como con el anuncio del nuevo impuesto a las energéticas y con la lenta tramitación de los permisos de renovables. Y esto ya está teniendo consecuencias: está consiguiendo que las compañías del sector aumenten sus inversiones fuera de España.

EEUU, Australia, Reino Unido y Alemania están entre los destinos y así se puede ver en empresas como Iberdrola, Repsol, Endesa o Naturgy, entre otras. En el caso de EEUU también conviene referir que se había situado en la diana de muchas compañías antes de que se aludiera a la inseguridad jurídica, debido, principalmente, a la política ‘verde’ de Joe Biden y a su fuerte apuesta por las energías renovables. Claro que ahora, tras las alusiones a la inseguridad jurídica (concepto maldito para los inversores) que se está dando en España, a las inversiones previstas se han sumado otras y se han anunciado también intenciones de que estas sigan creciendo. 

Por ejemplo, en el caso de Iberdrola cabe destacar que será una eléctrica cada vez más norteamericana que española. Su presidente ejecutivo, Ignacio S. Galán, anunció inversiones de 47.000 millones de euros hasta 2025, de las que el 47% se destinarán a EEUU y sólo un 13% a nuestro país. Y por cierto, este último porcentaje también será inferior al que se dedicará a Reino Unido (16%). Estos anuncios que tuvieron lugar en su Día del Inversor llegan tras dos tandas con malos resultados en España por las medidas del Gobierno Sánchez y cuando hace casi tres meses Galán abrazó a Biden presumiendo de proyectos renovables que suponen “una plataforma estable de crecimiento” y anunciando la inversión de 10.000 millones de dólares en tres parques eólicos marinos durante esta década.

Iberdrola ha anunciado inversiones de 47.000 millones hasta 2025, de las que el 47% se destinarán a EEUU, el 16% a Reino Unido y sólo un 13% a nuestro país; tras dos tandas con malos resultados en España por las medidas del Gobierno Sánchez

Por su parte, Repsol también ha puesto más su mirada en EEUU en los últimos tiempos: en mayo de 2021, aterrizó en el negocio renovable de dicho país, aprovechando la política ‘verde’ de Biden, con la compra del 40% de Hecate Energy. Todo ello sin renunciar a su negocio principal (el petróleo), algo que pudo verse el pasado agosto, cuando se conoció que aumentaría su posición en EEUU en upstream (exploración y producción) con una inversión de 2.555 millones junto a la energética australiana Santos para desarrollar Pikka, un ‘megayacimiento’ en Alaska (EEUU). Este anuncio va en la línea de lo fijado en su Plan Estratégico, donde se recoge la reducción de proyectos de upstream de 25 a 12 o 14 países que son clave -y entre ellos, está EEUU-. Un paso más en la revolución tranquila que dirigen Antonio Brufau y Josu Jon Imaz pudo verse el pasado septiembre, al vender el 25% del negocio de upstream al fondo estadounidense EIG, que incluye una potencial salida a bolsa del negocio, previsiblemente en EEUU, a partir del año 2026, si se dan condiciones de mercado favorables. 

Los buenos resultados de los nueve primeros meses de Repsol volvieron a servir al Gobierno para justificar su nuevo impuesto a las energéticas, pero en la conferencia con analistas Imaz respondió al estilo de lo señalado por Galánpor el propio Brufau. En concreto, avisó de que dicho tributo que quieren imponer países de la UE “crea un germen de duda” en la capacidad para invertir y abrió la puerta a destinar más inversiones a EEUU, todo ello dos meses después de haber referido que dicho impuesto “no es para los ricos”, va a dañar inversión y empleo industrial. De hecho, entre ese incremento de inversiones en el país de Biden, Imaz aludió a la posibilidad de que al proyecto fotovoltaico Frye de 600 megavatios (MW) se sumara otro denominado Outpost. Ahora parece que esto estaría más cerca de la realidad y que ambos proyectos supondrían 1.500 MW e invertir unos 1.800 millones, el 40% de lo previsto para 2023, según Expansión. Los analistas del Banco Sabadell han referido que esto iría en línea con lo anticipado en la presentación de sus últimos resultados y “pone de manifiesto el compromiso de Repsol por avanzar rápidamente con la transición energética y el creciente interés por EEUU como destino inversor”. A esta noticia, Repsol ha sumado aumentos en el precio objetivo y en las recomendaciones de varios analistas, algo que ha celebrado en bolsa: su cotización se ha disparado más de un 6%. 

Repsol ha apostado por EEUU tanto en el negocio renovable como en el de 'upstream', y ante el impuesto a las energéticas en países de la UE, Imaz señaló que “crea un germen de duda” en la capacidad para invertir y abrió la puerta a destinar más inversiones al país de Biden

Desde Naturgy, en su plan estratégico 2021-2025 se recogía el deseo de triplicar su capacidad renovable instalada, pasando de los 4,6 gigavatios (GW) de 2020 a 14 GW en 2025. Un movimiento a llevar a cabo con los importantes crecimientos que quiere tener en Europa, Australia, EEUU y Chile, y especialmente en solar fotovoltaica, al tiempo que mantendrá su capacidad en eólica terrestre y en hidráulica. Hace casi seis meses, invirtió 264 millones en su primera planta fotovoltaica en EEUU, que será la mayor de la compañía en el mundo. Y más recientemente, en la conferencia con analistas tras los últimos resultados, su presidente y CEO, Francisco Reynés, refirió que “los principales cuellos de botella en la transición renovable son los permisos” que deben conceder las administraciones. Naturgy suma ya más de 5.400 MW de potencia operativa de renovables, la construcción de una treintena de parques eólicos y plantas fotovoltaicas en España y otros en Australia, así como un acuerdo con la petrolera noruega Equinor para análisis y desarrollo de eólica marina en Canarias. 

Por su parte, la energética portuguesa EDP, que está controlada por los chinos de CTG y tiene presencia en nuestro país, también apuesta por el país de Biden. En sus últimos resultados le ha vuelto a salvar su ‘joya de la corona’ (EDPR) y se ha visto que su capacidad instalada ha aumentado un 7%, a 26.111 MW, de los que el 79% son renovables. De estos, destacan los 2.058 MW que se encuentran en España, un 136% menos que hace un año por desinversiones; los 5.946 MW ubicados en EEUU (+37%); y los 1.143 MW (+1%) de Portugal. 

Por último, cabe destacar a la energética italiana Enel, dueña del 70% de Endesa, que en el plan estratégico 2023-2025 anunciado este martes, contempla unas inversiones de 37.000 millones, así como salir de varios países (Perú, Rumanía y Argentina) y vender la cartera de gas de España, para centrarse principalmente en seis países: Italia, España, EEUU, Brasil, Chile y Colombia