Naturgy ha relucido en los resultados de los nueve primeros meses, pero no ha recibido premio bursátil: su cotización bajó un 0,42% el pasado viernes. Y es que ha disparado el beneficio neto y el resultado bruto de explotación (ebitda) más de un 36%, y los ingresos un 85,5%, a pesar del encarecimiento del precio del gas, en especial del que recibe de Argelia y cuya revisión ha llegado en un momento bastante revuelto en el contexto de la energía.

La energética que tiene como presidente y CEO a Francisco Reynés ha logrado un resultado neto de 1.061 millones de euros hasta septiembre, frente al de 777 millones obtenido hace un año. Esto supone un incremento del 36,6%, muy superior al registrado en el primer semestre (+15%) en la comparativa con el mismo periodo de 2021, y se produce “en un entorno de persistente alta volatilidad en los mercados energéticos internacionales y de elevada incertidumbre regulatoria”, según destaca la compañía.

El Ebitda asciende a 3.502 millones (+36,8%), en gran parte al impulso de las actividades de Gestión de la Energía y Comercialización (tanto de electricidad como de gas), que han aportado casi el 60% del aumento 

El ebitda, es decir, la magnitud financiera que mide la capacidad de generar recursos de las compañías, se ha disparado un 36,8%, pasando de 2.560 millones a 3.502 millones, y superando el aumento interanual del 22% que mostró entre enero y junio. Y gran parte se debe al impulso de las actividades de Gestión de la Energía y Comercialización (tanto de electricidad como de gas), que han aportado casi el 60% del aumento del ebitda reportado: Gestión de la Energía ha registrado un ebitda de 1.024 millones (+49%), siendo el segundo negocio que más ebitda aporta tras Redes España, con 1.207 millones (+15,7%); por delante de Redes Hispanoamérica, con 716 millones (+12,8%); Comercialización, con 373 millones; y Renovables y nuevos negocios, con 254 millones (+45%). Por su parte, el resultado neto de explotación (ebit) ha sido de 2.161 millones, un 44,4% superior, y ha afrontado un incremento del resultado financiero, que ha pasado de 563 a 323 millones, y en lo que probablemente ha influido la subida de los tipos de interés y el efecto de las divisas. 

La cifra de negocios se ha elevado en un 85,5%, a 27.011 millones, frente a los 14.558 millones ingresados hace un año. Eso sí, los aprovisionamientos también han sido mayores, pasando de 10.376 millones a 22.284 millones. Así, el margen bruto ha ascendido un 13%, 4.727 millones, y también ha tenido mayores gastos operativos, como otras compañías. 

Reynés avisa que el precio de la energía permanecerá elevado durante “años” y subraya que “los principales cuellos de botella en la transición renovable son los permisos” que deben conceder las administraciones

Los resultados presentados han incorporado los efectos retroactivos del nuevo acuerdo de precios de compra alcanzado con Sonatrach el pasado octubre y el impacto estimado del desacoplamiento de los precios de venta final de gas de venta final de gas respecto de sus coberturas vigentes indexadas al TTF. Es el índice holandés que hace unos meses Reynés pidió eliminar como referencia del precio del gas, por fomentar la especulación, porque “está en máximos históricos y ya no responde a un equilibrio oferta-demanda”. Al mismo tiempo que ha mejorad gran parte de las magnitudes de la cuenta de resultados, Naturgy ha elevado sus inversiones un 26%, a 1.119 millones, de las que el 80% se han destinado a redes y renovables. Y lo ha hecho a la vez que ha logrado reducir su deuda neta a 10.252 millones, y dado el elevado ebitda, ha bajado el ratio de deuda neta sobre ebitda de 3,6 veces a 2,3. Claro que dicha deuda no incluye salidas de caja relevantes previstas para el último trimestre, como la amortización del bono híbrido o el pago retroactivo asociado a la revisión del precio del gas con Sonatrach que ha cerrado.

El mercado -y por tanto, los inversores- no han aplaudido los buenos resultados, quizá porque esperaban novedades respecto al proyecto Géminis, cuyo calendario inicial se ha alterado por la volatilidad, el contexto internacional y las incertidumbres regulatorias, y aunque no sea el mejor momento para llevarlo a cabo Reynés sigue defendiendo que tiene sentido estratégico. Y la cotización tampoco ha premiado que Naturgy ha anunciado el reparto de un segundo dividendo a cuenta de 0,40 euros por acción que abonará en efectivo el próximo día 18, una alegría para sus principales accionistas (Criteria Caixa y los fondos CVC -junto a la familia March-, GIP e IFM). 

Reynés ha avisado de que el precio de la energía permanecerá elevado durante “años”, en la conferencia inaugural de la jornada anual que organiza el Colegio de Economistas de Cataluña, y ha subrayado que “los principales cuellos de botella en la transición renovable son los permisos” que deben conceder las administraciones. Naturgy suma ya más de 5.400 megavatios (MW) de potencia operativa de renovables, la construcción de una treintena de parques eólicos y plantas fotovoltaicas en España y otros en Australia, así como un acuerdo con la petrolera noruega Equinor para análisis y desarrollo de eólica marina en Canarias. Pero su apuesta ‘verde’ va más allá: lidera en nuestro país el desarrollo de gas renovable en nuestro país, trabajando en biometano e hidrógeno. Y todo ello sin olvidar otros negocios: la distribución de gas, a través de su filial Nedgia, con más de 5,4 millones de puntos de suministro (el 70% de los consumidores); es líder en la oferta de la tarifa regulada de gas (más conocida como TUR) con cerca de 1,2 millones de clientes y una cuota de mercado próxima al 77%, y ya ha gestionado cerca de 63.000 nuevas solicitudes a dicha tarifa, multiplicando por 12 los agentes para atenderlas; y la distribución eléctrica vía UFD que da servicio a casi 3,8 millones de puntos de suministro.