Renault ha recibido un ligero premio bursátil al recuperar el dividendo, después de cuatro años y situarlo en 0,25 euros por acción, que ahora queda pendiente de aprobarse por la Junta de Accionistas del próximo 11 de mayo. Una decisión que se ha tomado tras elevar la rentabilidad y un flujo de caja libre récord en 2022, pese a la vuelta a pérdidas por la salida de Rusia.
El grupo automovilístico francés ha tenido unas pérdidas de 338 millones de euros en 2022, frente al beneficio neto de 888 millones que obtuvo en 2021. Eso sí, han sido muy inferiores a las registradas en 2020 (-8.008 millones) por culpa del frenazo que supuso el Covid y también a las de 1.666 millones que se anotó en el primer semestre de 2022. Y se han debido a la salida de Rusia, que supuso unas pérdidas netas de 2.300 millones por la pérdida de valor de sus activos y su venta a sociedades rusas, así como a la crisis de chips y los mayores costes.

Por su parte, la facturación ha aumentado un 11,35%, a 46.391 millones, de los que 9.800 millones correspondieron al tercer trimestre en el que vendió menos. Una buena facturación que ha contribuido a que el margen operacional haya ascendido 2.595 millones, frente a los 1.153 millones del año 2021, que en porcentajes ha supuesto duplicar el margen operativo del 2,8% al 5,6%, y el objetivo para 2023 es que ascienda al 6%. Asimismo, el resultado de explotación ha pasado de 900 millones a 2.216 millones y aunque la aportación de sus participadas ha bajado a 423 millones, cabe destacar la rentabilidad de Zity, su coche compartido con Ferrovial, y que la contribución de Nissan ha aumentado 146 millones, hasta 526 millones. Algo muy positivo y además Francia acaba de firmar la ‘paz’ con Japón dentro de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.

Renault duplica el margen operativo, que ha pasado del 2,8% al 5,6%, y el objetivo para 2023 es que ascienda al 6%

El flujo de caja libre operativo del Automóvil ha alcanzado un nivel récord, al pasar de 889 millones a 2.119 millones, y prevé que el de este año sea igual o superior a los 2.000 millones, para el que ya cuenta con una cartera de pedidos récord gracias al éxito de sus nuevos vehículos, y en el que podrá seguir avanzando en su ‘Renaulution’.

El CEO de Renault, el italiano Luca de Meo, ha presumido de que en 2022 han cumplido “con creces sus promesas”, “hemos completado la fase de resurrección tres años antes de lo previsto” y de la evolución en el mercado de coches electrificados (las de eléctricos puros e híbridos han representado el 39% de las ventas, frente al 4,5% de 2019). Asimismo, se ha mostrado optimista respecto al futuro: España será la sede de la división de combustión (denominada Horse) y hace unos días, De Meo recibió en París la visita de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que pudo conocer los cinco nuevos modelos electrificados que se fabricarán en las plantas de Palencia y Valladolid, según ha informado la agencia Ical. Además, la división de coche eléctrico y software (llamada Ampere) saldrá a bolsa a finales de este año, si las condiciones del mercado lo permiten. Eso sí, no hay que olvidar que hace unas semanas, como nuevo presidente de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), De Meo pidió a la UE una política industrial ambiciosa para un sector que debería recuperar ventas ni tampoco que en 2022 se produjo la prematura ‘jubilación’ de José Vicente de los Mozos, el hombre fuerte de Renault en España.