Con la de Caixabank -viernes 5-, se cerró el ciclo de presentaciones trimestrales de las entidades españolas que cotizan en el Ibex, y que nos permite afirmar algo que años atrás era de Perogrullo, pero que actualmente está en entredicho: no hay ninguna crisis bancaria, ni en España… ni en EEUU.

A ver si nos enteramos: la caída de los SVB y compañía no responde a una crisis bancaria sino a una crisis de deuda. O si lo prefieren: lo que tenemos que temer en un futuro es una crisis de deuda, de deuda pública.

En España, basta con echar un vistazo a los resultados del primer trimestre para comprobar que de crisis nada, que la salud de nuestros bancos es excelente y que los vaivenes bursátiles de las últimas semanas no están justificados. Con razón, la CEO de Bankinter, María Dolores Dancausa, no era capaz de entender las alzas y bajas de la cotización, tal y como afirmó.

Vamos con los datos: Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Bankinter y Unicaja ganaron un total de 5.696 millones de euros entre enero y marzo, un 13,9% más que en el mismo periodo de 2022, y eso que tuvieron que pagar 1.120 millones del impuesto especial aprobado por el Gobierno. Por cierto, gravamen que todas ellas han recurrido, al igual que las dos patronales del sector, la AEB y la CECA. Ya veremos con qué resultado.

A lo que vamos: la subida de tipos -el jueves el BCE los subió hasta el 3,75%- ha puesto punto y final a siete años de suplicio bancario y ha reactivado el negocio típico de las entidades, que no es otro que prestar dinero. Lo hemos visto en el margen de intereses y las comisiones.

El Santander, por ejemplo, aumentó el margen un 17,4%, hasta los 10.396 millones de euros y las comisiones aumentaron un 8,2% y alcanzaron los 3.043 millones.

En el caso del BBVA, el margen de intereses se disparó un 43,1% (5.642 millones), mientras las comisiones alcanzaron los 1.439 millones, un 15,8% más que en el mismo periodo de 2022.

Caixabank, por su parte, registró un margen de intereses de 2.163 millones, un 48% superior al del año anterior, y unos ingresos por comisiones prácticamente idénticos a los de marzo de 2022 (+0,1%), de 937 millones. Por cierto, según Gonzalo Gortázar, CEO del banco, el sector en general y Caixabank en particular, no está ganando tanto como parece. Lo que sucede, según él, es que antes no ganaban nada. Visto así…

Sabadell es el único que ha visto disminuir los ingresos por comisiones, concretamente un 2,4%, hasta los 350 millones. Sin el británico TSB, esa caída se reduce al 1,9%. En el margen de intereses, sin embargo, siguió la estela de sus compañeros y aumentó un 28,3%, hasta los 1.100 millones.

Bankinter también se benefició de la subida de tipos, de tal manera que aumentó el margen un 63,2%, hasta los 522,2 millones. Las comisiones también crecieron, en este caso un 4,2%.

El último en llegar al Ibex, Unicaja, tampoco se quiso perder la fiesta y cerró el primer trimestre con un margen de intereses de 293 millones, un 24,8% superior al de marzo de 2022, y unas comisiones de 135 millones, un 1,3% por encima.

Visto esto, ¿todavía puede haber alguien que hable de crisis bancaria?