En este mes se han cumplido seis años desde que Gas Natural Fenosa (GNF) pasó a llamarse Naturgy y el ingeniero industrial palmesano (nació en Palma de Mallorca) Francisco Reynés se convirtió en su presidente ejecutivo. Tras haber tenido que lidiar con la difícil tarea de la pandemia del Covid-19, en los últimos tres años, y en especial desde que el fondo australiano IFM lanzó una opa el 26 de enero de 2021 y fracasó en sus aspiraciones, Reynés ha notado la presión creciente de los fondos y ha tenido que hacer frente a sus exigencias, así como afanarse en tenerlos contentos vía dividendo, por ejemplo. Ahora es CVC el que presiona, pues quiere recortar los poderes de Reynés… y ha vuelto a solicitar que se nombre un CEO.

Como saben, en Naturgy, hay tres fondos de inversión presentes en su accionariado que representan conjuntamente el 56,31% del capital, aunque el primer accionista es Criteria Caixa (26,708%), la empresa estatal argelina de hidrocarburos (Sonatrach) tiene un 4,1% y el capital flotante se limita a sólo un 12,9%. El fondo de capital riesgo CVC tiene sus orígenes en 1981 dentro del banco estadounidense Citicorp (hoy Citigroup), del que se escindió en 1993 y pasó a ubicar sus sedes en Londres y Luxemburgo; en España lo dirige Javier de Jaime y controla el 20,7% de Naturgy a través de la sociedad Rioja -la cual comparte con Corporación Financiera Alba, es decir, con la familia March). Tras CVC, hasta hace poco estaba el fondo de infraestructuras estadounidense Global Infraestructure Partners (GIP) con un 20,6% de Naturgy, pero ha sido comprado por BlackRock, que ya tenía un 0,92% de la energética: así, el fondo colonizador del Ibex que surgió en 1988 y dirige Larry Fink elevará su participación al 21,52%. Y en el podio, está el fondo australiano IFM, con un 15,010% del capital y con Jaime Siles llevando sus riendas en España, aunque en los últimos tiempos se le ha complicado llegar al objetivo del 16,6% y ha habido pasos hacia la paz con Naturgy (por ejemplo, la venta del negocio en Australia).

Relacionado

Por ahora, para BlackRock la prioridad es digerir la compra de GIP y Moncloa no le parará los pies en Naturgy, además no es un fondo que tenga prisa en hacer liquidez y no se suele meter en la gestión. Por tanto, no presiona hoy pero podría hacerlo pasado mañana, pues ya lo hizo -y mucho- en otra de sus participadas en el sector de la energía (Iberdrola), donde no paró hasta que Ignacio S. Galán nombró un CEO… y se mantuvo como presidente ejecutivo.

Ahora el que presiona es CVC: no quiere irse del capital de Naturgy, pero esto siempre es una amenaza latente porque tendría plusvalías, y quiere participar más en la gestión. Asimismo, hay que tener en cuenta que ya no tiene prisa en salir de Tendam (Cortefiel) ante los buenos resultados y que busca dar el pase a Deoleo, donde está bastante atrapado. En la energética, quiere recortar los poderes de Reynés (que es presidente y CEO, algo que no está muy bien visto desde el considerado buen gobierno corporativo) y ha vuelto a solicitar que se nombre un primer ejecutivo, contando con el apoyo de IFM en dicha petición, claro que lo ha hecho apenas siete meses después de rechazar a Ignacio Gutiérrez-Orrantia para dicho puesto.

Relacionado

Gutiérrez-Orrantia fue propuesto por Criteria Caixa, pero a los fondos que pedían un CEO esto no les hacía gracia y como iban a votar en contra del nombramiento… al final, el banquero de inversión decidió quedarse trabajando en Citigroup. Ahora CVC vuelve a presionar porque no le gusta que Reynés sea presidente y CEO, cargos para los que renovó hasta 2027 al hacerlo como consejero en la última Junta de Accionistas celebrada a finales del pasado marzo.

Todo esto sucede en un contexto que no es baladí, por dos razones. Primero, porque estamos cerca de que se conozcan los resultados de Naturgy en 2023, que se esperan de récord: hace casi tres meses, el Consejo de Administración mejoró la previsión anual de resultado bruto de explotación (ebitda) y hace unos días, los analistas de Renta 4 han anticipado que serán unos resultados prometedores y han elevado su recomendación. Y segundo, por lo que ocurre en su primer accionista, Criteria Caixa, con la salida de Marcelino Armenter y la llegada de Ángel Simón como nuevo CEO