Cristina Garmendia es la nueva presidenta de Mediaset, en sustitución de Borja Prado. La interpretación primaria, de las que apuntan bien pero disparan mal, es que Mediaset, el Imperio Berlusconi, se ha acercado a la izquierda, cuando el magnate siempre ha sido un líder presuntamente de derechas. De la derecha que cree en el mercado privado, que no en la propiedad privada, de la derecha convencida de que ninguna convicción debe entorpecer tu camino hacia el éxito. Por tanto, de la derecha agnóstica o directamente atea.

Garmendia: no hago nada malo pero tampoco renuncio a nada... porque no creo ni en el bien ni en el mal

Pero eso no representa ningún cambio porque ese es, precisamente, el sustrato de Cristina Garmendia: una triunfadora. La que fue llamada 'ministra de Porsche Cayenne', ocupó con Rodríguez Zapatero la cartera de Ciencia. Eran los tiempos en que el zapaterismo no había eclosionado en feísmo puro y duro, eso vino con Sánchez. Por aquel entonces todavía se permitían ministras bien vestidas, no vulgares ni horteras, que cuidaban su imagen y que se cuidaban mucho de entrar en el rebaño feminista: más bien preferían ser un "icono femenino", una líder para la mujer. Eso que ganábamos.

Pero, ante todo, Garmendia era, y es, una coleccionadora de consejos de administración, dedicada, no a la investigación pero sí a la gestión empresarial de la investigación científica, que puede resultar muy rentable, tanto en dinero como en imagen.

Fue ministra de Ciencia en la era zapaterista, un periodo cuyo avance científico más señalado fue la homicida, y encima fracasada, utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. O sea, la cosificación flagrante del ser humano, sólo que con Garmendia, ZP lo pudo utilizar como una imagen de ciencia avanzada, mientras que el Sanchismo lo exhibe con el espíritu verdulero de Irene Montero o con el carácter atrabiliario de Diana Morant, ministra de Ciencia de Sánchez, conocida como 'Diana la marciana'.

Un detalle: aunque Garmendia participó en ese gobierno de la manipulación de embriones humanos, se cuidó muy mucho de aclarar que en su empresa, Genetrix-Cellerix, sólo se utilizaban células adultas. Es decir, no embrionarias. Ya saben: yo no hago nada malo pero no renuncio a nada porque no creo ni en el bien ni en el mal.

El nombramiento de Garmendia en la presidencia de Mediaset significa que Pier Silvio y Marina Berlusconi, los que gestionan el imperio del magnate, tras fracasar en su gran proyecto (vigente ya sólo en el nombre) de Media For Europe (MFE), o traspaso de la televisión gratuita a la TV de pago (que de eso se trataba, no de otra cosa), en España sólo anhelan sobrevivir y que siga proporcionando recursos al Grupo, que no atraviesa su mejor momento. Esto también significa que Tele 5 permanecerá en su línea: frivolidad televisiva y, de política, sólo lo justito. ¿Ideología? Lo que podríamos definir como 'progresismo de libre mercado'. Para esto, una exzapatista como Garmendia supone todo un acierto y, además, Pedro Sánchez puede sentirse seguro.

Tele 5 permanecerá en su línea: frivolidad televisiva y, de política, sólo lo justito. ¿Ideología? Lo que podríamos definir como 'progresismo de libre mercado'. Para esto, una exzapatista como Garmendia supone todo un acierto y, además, Pedro Sánchez puede sentirse seguro

No olvidemos que Pier Silvio y Marina incluso intentaron vender el imperio de su padre. Realmente, no sienten la querencia que su progenitor tenía por su obra empresarial, un amor mucho más intenso que el que siempre sintió por su labor política. De hecho, gestionó Italia como gestionaba Mediaset: para Berlusconi, el fin siempre justificó los medios.

Además, Garmendia jamás practica el vuelo rasante: quien manda, y mandará en Mediaset, es el mismo que echó a Borja Prado: Alessandro Salem.

Dicho de otra forma, que en Tele 5, se impone el gran principio: que ninguna convicción entorpezca tu camino hacia el éxito. Los hijos de Berlusconi, Pier Silvio y Marina, más que acercarse a La Moncloa se acercan a la supervivencia a través de la frivolidad. Igualitos que papá.

Y en Mediaset España, en Tele 5, seguirá mandando don Alessandro, mitad desde Madrid, mitad desde Milán y Roma. Cristina Garmendia sólo presidirá el Consejo de Administración, aunque su imagen será bien visible para Moncloa.

La fiesta continúa con Sálvame o similares. Los euros no se consiguen con análisis, sino con frivolidad, con mucha frivolidad.

Al tiempo, Mediaset ha presentado los resultados de primer trimestre del presente ejercicio 2024. Mejora, sí, pero no al mismo ritmo que su principal competidor en España, Atresmedia. Si nos centramos en nuestro país, hay que decir que marcha mejor que el conjunto de MFE y que la matriz italiana. En cualquier caso, no es para tirar cohetes. Además, los costes no se controlan y los beneficios crecen mucho más que los ingresos. Eso no es bueno.