La industria española también está sufriendo los altos costes energéticos y ojo, porque habría haber consecuencias negativas en el empleo
Los precios energéticos están disparados, especialmente el petróleo y el gas natural, y por ende, los combustibles y la luz, aunque lo peor es que seguirán al alza durante los próximos meses. Y ojo, porque esto no sólo afecta a los españoles de a pie sino también a muchas industrias, de hecho, la siderúrgica, la azulejera y la esmaltera, entre otras, advierten de la carísima energía y ya empiezan a verse las consecuencias: paros en ArcelorMittal y Acerinox, y más ERTE.
Recuerden que la luz está disparada (el 8-M logró su récord -545 euros-), aunque a PSOE y Podemos ya no les preocupe la pobreza energética que denunciaban cuando costaba 50 y 60, y tampoco a los sindicatos CCOO y UGT. Por ello, Vox y el sindicato Solidaridad han convocado concentraciones para el día 19 frente a los ayuntamientos de toda España para protestar también por la subida no sólo de la luz, sino también de la gasolina y suministros básicos, agravada por la guerra en Ucrania y las sanciones que se han impuesto a Rusia, aunque en febrero la inflación ya había escalado al 7,4% sin contar el efecto de dicho conflicto. Además, el gas también está alcanzando récords y aunque España no tendrá problemas de suministro, de hecho con su gran capacidad de regasificación y almacenamiento podría enviar más gas a sus vecinos europeos, vía Francia, sí está notando el aumento de precio.
‼️ #URGENTE
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) March 8, 2022
Los españoles no pueden aguantar más una desorbitada subida de precios mientras el Gobierno se gasta el dinero en insultar a los que padecen la miseria.
📢 VOX y @solidaridad_esp convocarán para el día 19 de marzo concentraciones en toda España para decir ¡BASTA! https://t.co/1nPzcExOYY
La Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE) es una de las grandes afectadas, pues representa un consumo del 9% de la electricidad demandada. Y es que dicha asociación agrupa a 25 compañías, que suponen 74 fábricas de siderurgia, metalurgia, química y gases industriales, y cuentan con casi 186.000 empleos directos e indirectos. Su director general, Fernando Soto, ha advertido que la elevada factura les está haciendo menos competitivos y que pagarán un sobrecoste en suministro energético de más de 3.000 millones de euros frente a sus principales competidores (Alemania y Francia). Por eso, ha pedido que el Gobierno reaccione y adopte medidas para compensar los encarecimientos de la luz y el gas, pues algunas de sus miembros ya están haciendo paradas o han reducido considerablemente su producción.
Por ejemplo, ArcelorMittal paró el martes la producción en la planta de Olaberria (Guipúzcoa) por la “desmesurada” escalada del precio de la luz, pero ojo porque emplea a 410 personas y es la única de nuestro país dedicada a productos largos. Es algo que anunció que haría el pasado octubre y que ha ido aplicando en otras fábricas, ajustando paradas selectivas y cortas en función de los tramos horarios en que la luz sea más alto en cada uno de los países. Y ante este movimiento, la consejera del Gobierno vasco, Arantza Tapia, ha advertido de que la situación es de “emergencia energética”.
La planta gaditana es la única del mundo que Acerinox se ha visto obligada a cerrar de forma temporal, pues a la subida sin precedentes del precio del níquel y la guerra en Ucrania, se suma el elevado precio de la energía en España
Por su parte, Acerinox ha dado un paso más: ha parado una de las tres actividades de su fábrica de Los Barrios (Cádiz) y ha lanzado un ERTE progresivo para sus casi 1.800 empleados, porque el encarecimiento de la energía hace “insostenible” continuar con su actividad. En primer lugar, ha apagado la acería, y después le seguirá la laminación en caliente y luego la de en frío. La planta gaditana es la única del mundo que Acerinox se ha visto obligada a cerrar de forma temporal, pues a la subida sin precedentes del precio del níquel y la guerra en Ucrania, se suma el elevado precio de la energía en España. De hecho, ya calcula que este año se gastará 90 millones más en energía, de los que el 80% corresponde a nuestro país y que podría conllevar que bajará su actividad aquí (la cual supone un 30% de su producción mundial).
AEGE no es la única que se queja ante la cara energía. Desde la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), su secretario general, Alberto Echavarría, ha señalado que el precio del gas natural alcanzó el pasado lunes los 340 euros por megavatio hora, un récord en Europa. Un precio que se ha disparado con la invasión rusa a Ucrania y con el que no pueden mantener producción: “Hay que estar preparados para paros masivos, pérdida de puestos de trabajo y recesión”, ha advertido.
La patronal esmaltera avisa de riesgos ante nuevas subidas del precio del gas: “El gas cuesta hoy un 1.600% y la luz cerca de un 900% más que hace un año” y “unido a la subida de precios de las materias primas que venimos padeciendo en el último año está ahogando cada día más nuestra rentabilidad”
La Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc) ha avisado de los riesgos que puede haber ante nuevas subidas del precio del gas. Su presidente, Joaquin Font de Mora, ha referido que “el gas cuesta hoy un 1.600% y la luz cerca de un 900% más que hace un año” y que “unido a la subida de precios de las materias primas que venimos padeciendo en el último año está ahogando cada día más nuestra rentabilidad”. Además, ha añadido que, aunque “en este momento a todos nos une la preocupación por la situación humanitaria en la guerra de Ucrania, pero el conflicto repercute a todos los niveles y sus consecuencias pueden causar estragos en cuanto a producción y empleo en Europa si la situación no se revierte”.
Desde Acerinox, tienen la esperanza de que el Gobierno apruebe medidas para contener los precios energéticos para la gran industria y otras industrias piden desacoplar el precio del gas del de la luz. La vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, ha abierto la puerta a “topes al precio al que se puede casar la electricidad en el mercado” y de dejar fuera el gas del mercado eléctrico y que se pague “a través de un mecanismo de precio que reconoce el coste real”.