Se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, pero no estamos para fiestas con el contexto de precios energéticos que tenemos. El petróleo y el gas natural continúan marcando nuevos récords con bastante asiduidad, y ojo, porque seguirán al alza en los próximos meses de 2022. Y por tanto, también provocarán altos precios en los combustibles y en la luz, así que hay que preparar bien la cartera, aunque la cosa se va complicando, porque la inflación no se detiene y cada vez cuesta más también llenar la cesta de la compra.

En este contexto, la guerra en Ucrania no ayudará a que haya rebajas en los precios energéticos, aunque hasta ahora, las sanciones económicas que desde Occidente se han impuesto a Rusia han dejado al margen el negocio energético. El motivo es sencillo, porque no sólo afectaría al país de Vladimir Putin: Rusia destina el 60% de sus exportaciones de crudo a la Unión Europea, según ha señalado la Agencia Internacional de la Energía (AIE), y además es su principal suministrador de gas al mandarle un 40%. Además, se debe tener en cuenta que seis de los Estados miembros de la UE dependen al 100% del gas ruso y otros doce lo hacen en un 70%, y entre ellos, afortunadamente, no está España: la situación de nuestro país es mejor que la de Europa al tener diversos proveedores de gas (Argelia es el principal, seguido de EEUU, Nigeria y Rusia, entre otros) y de vías de llegada (cinco gasoductos, seis plantas regasificadoras en funcionamiento y tres almacenamientos), por lo que no se prevén problemas de suministro aunque sí vaya a notar el incremento de precio

En el mercado del crudo, se rumorea la posible vuelta de Irán que lleva sin exportar desde 2008 por las sanciones de EEUU, y además, la OPEP+ ha acordado elevar la producción en 400.000 barriles diarios, llegando a 41,694 millones de barriles al día, a partir de abril

El petróleo se ha disparado esta semana: el barril de Brent -de referencia en Europa- ha superado ampliamente los 100 dólares. De hecho, el pasado jueves alcanzó los 119,84 dólares, un máximo que no se veía desde febrero de 2013, aunque cerró la sesión a un precio de 113,04 dólares, y un día después se situó en 114 dólares, llegando en algún momento a un máximo 115,77. Un descenso que no es baladí y al parecer responde a que la posible vuelta de Irán al mercado del crudo podría estar cerca: recuerden que lleva desde 2008 sin exportar este hidrocarburo por las sanciones que le impuso EEUU al incumplir el acuerdo nuclear. Además, la OPEP y sus aliados (países entre los que está Rusia), por tanto, la denominada OPEP+, han acordado incrementar la producción de crudo en 400.000 barriles diarios, llegando a 41,694 millones de barriles al día, a partir de abril, entre ellos, destacar que la cuota del país de Putin es de 10,436 millones, casi una cuarta parte del total. 

El Brent lleva semanas cotizando al alza y no parece que vaya a haber rebajas pronto. Muchos analistas estiman que seguirá subiendo en los próximos meses y que en el conjunto del año será superior al de 2021, a pesar de que algunos (los de JP Morgan y Bank of America) prevén que bajará ligeramente en el tercer trimestre. Y esto seguirá teniendo efectos en los combustibles: la gasolina y el gasóleo que alimentan nuestros coches continuará encareciéndose, pero ojo, el Gobierno Sánchez tiene margen para actuar porque la mitad de sus precios son impuestos, y también seguirá subiendo el gasóleo para la calefacción.

Los contratos de futuros de gas que se negocian en la plataforma neerlandesa TTF -de referencia para Europa- alcanzaron hace dos días los 199 euros/MWh, su segundo récord consecutivo, y ayer cotizaban a 187,59 euros/MWh... y seguirán por encima de los 100 euros el resto del año

Vayamos al gas natural, que también vive altos precios, en parte por la invasión rusa a Ucrania y el inicio del conflicto en dicho país. Los contratos de futuros de gas que se negocian en la plataforma neerlandesa TTF -de referencia para Europa- alcanzaron hace dos días los 199 euros por megavatio hora (MWh), su segundo récord consecutivo, y ayer cotizaban a 187,59 euros/MWh. Pero ojo, más vale prepararse, porque como destacaba Manuel Fernández, director de comunicación de la ingeniería Tecnatom y físico nuclear, a principios de semana, esos mismos futuros indican que este año el precio superará los 100 euros/MWh… lo que implica que el precio de la luz superará los 200.

 

 

Y por último, vamos con la luz, que en 2021 se encareció fundamentalmente por culpa del gas y en menor medida, de los derechos de emisión de CO2. Este sábado, el precio medio en el mercado mayorista sube un 7,58% respecto al día anterior y se situará en 366,55 euros/MWh, registrando así su segundo récord histórico, tras el de 383,67 euros/MWh que alcanzó el pasado 23 de diciembre. Un nuevo máximo que será un 598% superior al precio del pool de hace un año, que se situaba en 52,45 euros/MWh.

Junto al encarecimiento de los precios energéticos no hay que olvidar que cada vez nos cuesta más llenar la cesta de la compra, pues han subido los precios de muchos alimentos (y más que lo harán algunos, porque el trigo y el maíz están en máximos ante la guerra de Ucrania porque este país y Rusia están entre sus principales productores) y los costes de su transporte. Y es que la inflación no se detiene, de hecho, el pasado jueves el Ibex vivió una jornada de pánico ante el peligro de estanflación, un concepto económico que implica la aceleración de la inflación coexistiendo con tasas de desempleo elevadas (y ya saben que España es, tristemente, la campeona europea en paro).