Empecemos por el final: la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha pasado de ser el miembro del Gobierno con mayor reputación, tanto nacional como internacional, a ser una sanchista más, y por ende, perder toda su reputación. Y eso que para Sánchez es... "una pájara".

Sigamos por lo último, Robles concede-dispone una entrevista a Silvia Intxaurrondo en RTVE. En la misma, somete al PP y a Feijóo a un juicio sumarísimo: "exijo que se disculpen y que se diga la verdad. Desde el primer momento la UME y luego el Ejército estuvieron cumpliendo con su obligación" en la gota fría valenciana,

En el entretanto, y no podemos dejarlo a un lado, continúa con su plan de nacionalizar Indra, pero Sánchez se niega. 

A lo que sumamos su último escándalo, previo a las declaraciones de ayer. Hace una semana, en el Consejo de Ministros, alguien se percató del gasto en defensa para  transferencias de material militar de Israel y eso que desde hace tres meses se aprobó del embargo. Según Margarita era necesario para Airbus, siguiendo el Real Decreto-ley de septiembre, que permite excepciones en nombre de “intereses nacionales".

Pero volvemos a la entrevista, es sólo la última de Robles, pero lleva unos meses en los que va acelerando su destrucción al tiempo que intenta mejorar su imagen. Pero claro, es algo que cuesta y más cuando tienes a los usuarios de redes demostrando que mientes. Ls redes no han tardado en recordarle a la titular de Defensa sus declaraciones en Valencia acerca de que el Ejército no está para todo, que algún brillante malvado mezcló con aquella en la que Margarita Robles aseguraba que enviaría ayuda militar al terremoto que sufrió Marruecos. También le han recordado otro episodio con el vivido en un garaje de Paiporta, cuando se encaró a un grupo de vecinos que le exponían la tragedia que estaban sufriendo y le reclamaban ayuda. Algo que no gustó a la titular de Defensa, que ahora asegura que estuvo desde el primer momento presente, mostrando su cinismo infinito, como buena ministra sanchista.